Cepeda aporta fuerza bajo el aro |
Esa ubicación mantiene viva las esperanzas de ubicarse en la postemporada, a la que acceden los cuatro primeros lugares de la fase regular.
Sin embargo, considero que la tarea se vislumbra ardua, sobre todo porque a falta de ocho juegos para que finalice el certamen, las espirituanas acumulan diez ganados y diez perdidos; mientras que su más cercano rival, Pinar del Río (12-7), además de la ventaja, ya dominó el compromiso particular por tres-uno.
Es por ello que la diferencia real entre ambos es de un partido más.
Así las cosas, lo único que pueden hacer las pupilas de Alexander Álvarez es ganar y esperar que las pinareñas pierdan.
Y si solo hablo de las muchachas de vuelta bajo, es porque Guantánamo (16-4) y Santiago de Cuba (16-3) son prácticamente inalcanzables; en tanto Capitalinas (13-5) tiene cómoda renta sobre Sancti Spíritus al que ya le ganó la subserie por tres-uno.
En verdad no estimo que Camagüey (8-12) recobre vitalidad para el tramo conclusivo y mucho menos Villa Clara (2-18) o Metropolitanas.
Justo es señalar que la selección provincial debió tener mejor saldo, pero las lesiones de las estelares Yamara Amargo y Marlene Cepeda, han pesado en un colectivo carente de banco.
A las molestias de ambas jugadoras se sumó la de Lesvia Forcadez, quién es la otra baluarte ofensiva, con cerca de 15 cartones por desafío.
El trío salió a la cancha en el juego inicial de la segunda vuelta ante Capitalinas (67-62), pero no pudieron dar el máximo por las molestias físicas. Lamentable también fue que en el choque del adiós (65-59) cedieran por cinco unidades, a pesar de no jugar Cepeda, quién aporta unos 20 puntos por salida.
La ausencia de la pívot de la selección nacional se hizo sentir aún más frente a Pinar del Río, que comenzó airoso (77-69) y se despidió con alegría (95-70), en un choque donde Lesvia tampoco accionó. Sin estas jugadoras, las demás muchachas intentaron igualar el pareo y en la primera mitad (44-48) dieron una demostración de combatividad. En el tiempo complementario, las visitantes terminaron de concretar el triunfo (95-70), apoyadas en el absoluto dominio de los rebotes.
Creo que ante esos colectivos, perfectamente se pudo dividir. Y lo digo porque así ocurrió en la primera vuelta ante Capitalinas (63-70; 92-69) y Pinar del Río (77-69; 55-80).
Como aguas pasadas no mueven molinos, ahora las espirituanas recuperan a sus figuras principales; mientras el resto de las jugadoras se mantiene entrenando en espera de la reanudación del calendario el 16 de enero.
En la recta final tendrán a su favor que siempre serán anfitrionas. Esta condición están obligadas a explotarla, sobre todo frente a las líderes santiagueras (16-19 enero) y guantanameras (21-23), porque es de esperar que aventajen a Villa Clara (30 y 2 febrero) y que puedan pasarle la escoba a Camagüey (26 y 28).
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