Nota Oficial sobre lamentable
incidente de Víctor Mesa en Pinar del Río
El pasado domingo 21 de febrero se originó un
lamentable incidente, que implicó al Director del equipo de béisbol de
Matanzas.
Cuando el compañero Víctor Mesa salió del Hotel
Pinar del Río, para trasladarse en su carro hacia el estadio Capitán San
Luis, un joven que se encontraba en las afueras de la instalación le profesó
ofensas verbales.
La reacción de Víctor no se hizo esperar y agredió
físicamente, con golpes en el rostro, a dos estudiantes que pasaban en ese
momento, y nada tenían que ver con lo sucedido. Investigaciones realizadas,
confirman que venían de un repaso para las pruebas de ingreso a la Universidad.
Familiares de uno de los agredidos se personaron en la
Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria y realizaron la denuncia. Oficiales
del Ministerio del Interior, iniciaron de inmediato el proceso de
esclarecimiento de los hechos.
Quedó mostrado, mediante testigos presenciales, que el
compañero Víctor Mesa agredió al joven de 18 años. Junto al
director se encontraba un integrante del equipo. En ningún momento su hijo
Víctor Víctor fue agredido.
De acuerdo con la legislación vigente la Policía
Nacional Revolucionaria le aplicó una medida administrativa.
Este lamentable incidente es repudiado por el pueblo
pinareño, y constituye un hecho aislado, en una afición que se caracteriza por su
disciplina y respeto al contrario.
Justo reconocimiento a los combatientes del Ministerio
del Interior, que garantizaron el orden para el buen desarrollo de la subserie
entre los equipos de Pinar del Río y Matanzas. Cualquier otro criterio, no
se corresponde con la verdad.
Dirección Provincial de Deportes en Pinar del Río
El pasado domingo 21 de febrero el señor Victor Mesa,
que estaba con el equipo de Matanzas enfrentando la sub serie particular ante
los Vegueros de Pinar del Río en la 55 Serie Nacional de Béisbol, fue
irrepestuosamente increpado verbalmente por varios jóvenes en las cercanias del
Hotel Pinar del Río y la Universidad vueltabajera.
Ante las ofensas verbales de estos muchachones,
producto fiel del anémico sistema o momento educativo y cultural que vive el
relevo social de nuestro país, el director del equipo Matanzas se bajó del
vehículo en el que se encontraba y respondió con una bofetada a uno de los
adolecentes que estaban en el grupo que tienen edades comprendidas entre 16 y
17 años.
La víctima, convertido en victimario, fué acusado por
el jóven agredido y sus padres, pues este alegó que él no emitió ninguna ofensa
al señor Mesa, y fue golpeado.
Esta figura del pasatiempo nacional cubano, que días
antes anunció su retiro de los banquillos al final de la temporada, bien pudo
dejar pasar esa palabras para no seguir subiendo su promedio de carreas
limpias, al igual que otras tantas que le dicen personas de todo tipo y con
mayor presencia en estadios y otros lugares. Pero no fué así.
Ante la acusación, fue llamado a la unidad de la
policia para prestar declaración. Pero estas fueron poco precisas ya que fué
asistido por dos mujeres oficiales que viajan con él como
"asistentes", y al ser ellas despachadas correctamente por las
autoridades vueltabajeras, Victor Mesa se fué con ellas alegando que si había
algún tipo de juicio o multa, que se lo hicieran saber, que él tenía juego.
Todo ante varias autoridades de la provincia.
Dada la situación real y la posibilidad de que
"el que tiene padrino se bautisa", se le aplicó el decreto de ley
141, articulo 1, inciso Ll: por maltrato de obra. Que corresponde a una multa
de solamente 20 pesos en moneda nacional.
Esta es una contraversion. Una infracion de las leyes
dentro del derecho penal que no llega a ser delito. Que se transforma en un
hecho leve por su escasa peligrosidad dado el resultado.
Matanzas se fué de Pinar del Río con victoria en la
sub serie dos juegos por uno, otro deplorable acto de violencia aderezado de
bajo nivel educativo y cultural por ambos lados, y otro hueco negro en el
average del deporte que se considera el reflejo de la sociedad cubana.
Publicado por Alejandro Céspedes Morejón
Víctor Mesa: “Más vale una retirada a tiempo”
“Hay dos razones fundamentales que me han movido a tomar la
decisión de alejarme de la pelota”.
Eso fue lo primero que me dijo Víctor Mesa una vez que
encendí la grabadora para hacerle esta entrevista, encaminada a desentrañar un
misterio que ha tenido intrigados a miles de fanáticos. El director de los
Cocodrilos había anunciado repentinamente su retiro, y esta tarde en su casa,
todavía contrariado, me contestó una serie de preguntas obligadas.
“Antes de entrar en detalles, te recuerdo que el propósito
cuando llegué a Matanzas era dirigir cuatro temporadas, algo que ya cumplí, y
esforzarme por levantar los resultados del territorio y hacer que la pelota
siga siendo la fiesta que representa para Cuba. Creo que ese ha sido el motivo
por el que nunca más he vuelto a salir del país por propuestas de trabajo, que
dicho sea de paso no me han faltado. Me gustaría dejar eso muy claro: mi
decisión no obedece al interés de irme a dirigir en otra parte, y eso ya lo
veremos con el paso del tiempo. Tengo entendido que hay personas que dijeron
que todo esto se trata de que estoy preparando el camino para mis hijos en el
béisbol norteamericano. Les aseguro que están equivocados: mis hijos, si algún
día juegan fuera de este país, lo harán con permiso de las leyes cubanas”.
¿Cuáles son esas dos razones a que te referías?
-La primera son los muchos ataques de que he sido objeto en
estos años. Las ofensas llueven, las obscenidades son normales, y los
encargados de evitar esos procederes se cruzan de brazos ante tales hechos.
Recuerdo que hace dos campañas, en Holguín hubo un delincuente que trató de
agredirme con un arma blanca. Y que luego de eso, en Villa Clara se dio una
situación muy lamentable que desembocó en incidentes donde salieron mal parados
tus colegas de la prensa matancera. Más recientemente, en la subserie ante
Pinar, exigimos más garantías de parte de los agentes de Orden Público, y no
fue hasta el tercer partido que la situación se controló como se requería.
“Te digo más: en Pinar terminé siendo multado por tener un
problema con un muchacho que me insultó con lo peor que se le puede insultar a
un hombre, y mi hijo fue atacado por un individuo a la hora de subir a la
guagua del equipo. Yo no ofendo al público. Yo acepto callado los coros en
contra, e inclusive me hago el sordo con ciertas palabras fuera de lugar en
medio del juego. Pero hay cosas que son inaceptables, y antes de tener un
problema con consecuencias graves –puesto que uno es capaz de hacer cualquier
cosa cuando le agreden a un hijo o le ofenden a la madre-, es mejor tomar esta
decisión. No hay garantía alguna para mi integridad física, ni la de mi
familia. Esa es una de las causas por las que quiero recesar.
¿Y la otra?
-La segunda, pero no menos importante, es mi total desacuerdo
con los métodos de trabajo del Director Nacional de Béisbol, quien no busca
sostener una relación diáfana con los managers ni aglutinar a la gente en torno
a él. Ojo, no me refiero, como algunos podrían pensar, a la dirección del
equipo Cuba, misión que desempeñé con orgullo cuando me tocó y que entiendo que
no es propiedad exclusiva de un solo hombre. Hablo de circunstancias que
evidentemente no son bien intencionadas. Por ejemplo, mi esposa y yo somos dos
de los tres militantes más antiguos del Núcleo del Partido del Latino –llevamos
allí veinte años-, y ahora resulta que se nos quiere trasladar sin ton ni son
al Núcleo de Matanzas. ¿Y eso a qué viene a estas alturas? Hay demasiados
manejos por medio, y no me gusta estar en lugares donde no impera la unidad.
Entonces, ¿te sientes cansado del béisbol?
-No lo estoy, pero no veo apoyo. No hay acciones que
posibiliten el avance de esta pelota, y eso te frustra. Fíjate cómo me siento
que ni siquiera he pensado a qué voy a dedicarme cuando salga de Matanzas; a lo
mejor me pongo a asesorar al equipo.
¿Es esta una decisión sin retroceso?
-Aún me faltan conversaciones por sostener, voces que
escuchar, pero yo preferiría alejarme en las actuales condiciones, en aras de
mi tranquilidad, mi salud y mi futuro. De verdad, lo siento mucho por el pueblo
de Matanzas, que me ha hecho sentirme como si hubiera nacido en esa tierra.
Pero más vale una retirada a tiempo, que tener un problema delicado habida
cuenta de que se carece de respaldo para hacer el trabajo. Sencillamente, es
mejor descansar.
Tomado de Cubadebate