Tomado de Escambray
Frederich Cepeda Cruz no estará en los Panamericanos de Lima. Lo supo al regreso de la gira de la preselección del Cuba por Canadá y Estados Unidos, donde casi nadie rindió. Lo conoció de golpe, como un strike al medio de home, cuando esperaba, quizás, una bola más cómoda, bateable.
Aunque no fue el único, sí es el más notorio por el peso de su aval y hasta por ciertos procederes a la hora de la decisión. Su exclusión, que tampoco es la primera, genera, como siempre, polémicas y conjeturas. Escambray intenta despejarlas.
“Me sorprendió, te soy sincero, nos habían informado en Estados Unidos que cuando llegáramos a La Habana iban a decir los que continuaban en los entrenamientos para los Panamericanos y los que no estaban. Al llegar nos lo dijeron allí en el aeropuerto, en la estera, cuando estábamos esperando que salieran las maletas del vuelo. Un entrenador se me acerca y me dice: Mira, ya no tienes que regresar a los entrenamientos, aquí terminaste la preparación para los Juegos Panamericanos”.
¿Consideras correcto ese proceder?
Cada colectivo de entrenadores cuando se reúne para tomar su decisión tiene su manera de proceder, se hacen análisis sobre qué atletas puede llevar o no para conformar un mejor equipo y esa fue la decisión que se tomó.
¿Crees que fueron justos contigo?
Si lo que se me midió fue el rendimiento en la Liga Can Am, pienso que fue justo, lo que nunca entendí es por qué no estaba participando en los entrenamientos que comenzaron tras regresar del tope contra El Salvador y quedé incluido en la preselección. Se hizo un entrenamiento de altura y un tope en México y no participé, tampoco estuve con el grupo que entrenó en La Habana. Durante esos tres meses estuve aquí en Sancti Spíritus entrenando solo, sin jugar y esperando supuestamente ir a mi contrato a México, nunca tuve la seguridad de que iba a ir directamente a la Liga Can Am a jugar y que ahí se decidiría mi presencia en el equipo. Si se me hubiera dado un tratamiento diferente con respecto a esto, estuviera más convencido de que podía haber tenido mejor rendimiento en esa Liga, personalmente no vi interés en todo este tiempo para que estuviera bien preparado para ir a los Panamericanos.
¿Nadie se reunió contigo?
No, ni creo que haya que hacerlo, soy una atleta igual que otro, por ahí han pasado y pasarán atletas mejores que yo, se han hecho muchas especulaciones de que si Cepeda es un deportista con el que hay que tener ciertas y determinadas consideraciones. Desde pequeño, cuando he integrado un equipo, he pensado que las deferencias se hacen en el terreno.
Si hubieses tenido la posibilidad de reunirte, ¿qué hubieras dicho?
Nada, eso no lo determino yo, hubiese cogido mis maletas como ahora y me hubiese ido.
¿Quién crees que tomó la decisión?
Creo que la toman todos, porque en el colectivo de dirección se llega a un consenso sobre los atletas que ellos piensan pueden realizar un mejor trabajo en la competencia y entonces se determina.
¿Cómo viste tu rendimiento?
Mal en la Liga, pero todos los rendimientos tienen etapas. A la Serie Nacional me incorporé un día después de llegar de mi contrato en México y tuve una de mis mejores campañas: jugué 65 partidos, bateé 350, 15 jonrones y 50 empujadas y ayudé a clasificar a mi equipo y a lograr bronce.
¿No será que te sientes inexcluible del Cuba?
¡¿Yo?! ¡Para nada!, no me creo inexcluible, ni del Cuba ni de Sancti Spíritus, te reitero: soy un simple atleta.
¿Has leído las redes?
Internet y las redes ahora son moda y cualquiera escribe. Hoy todo el mundo quiere a Cepeda en el Cuba, pero en la realidad no siempre es así, las figuras públicas tenemos que vivir con eso.
¿Es tu fin en el Cuba?
No creo, aunque eso no lo decido yo, sino el terreno y la vida. No estoy entre los que van a los Panamericanos, que me hubiese gustado porque iban a ser mis quintos Juegos, pero no hay que hacer una novela de esto; es voltear la página, no estás en el Cuba y a prepararte para la Serie Nacional. No estoy exigiendo nada, solo jugar béisbol. Respeto todos los criterios, con los buenos trato de acogerlos con mucho cariño y con los malos, trato de esforzarme más para sumar más seguidores a la lista de los positivos.
¿Esta decisión te crea diferencias con la dirección del equipo Cuba?
Para nada, que tú difieras en un criterio, que no estés en un equipo, no mella nada la amistad que puedas crear con directores, entrenadores y atletas; desde muy pequeño me he llevado bien con todos, incluso muchos de los que están ahí fueron compañeros de equipo como atletas y en ocasiones como entrenadores.
¿Y con Anglada?
Para él, mi respeto y cariño y la misma amistad de siempre, las amistades, como la vida personal, no se divulgan, se llevan en el corazón. En los momentos más difíciles cuando se malinterpretaron cosas y no hice el “Cuba” la otra vez y casi ni juego la Serie Nacional, entre las tres o cuatro personas que conversaron conmigo para darme aliento estuvo él, me llamó por teléfono y me dijo: “Para alante, chama”, y eso siempre lo voy a guardar como un buen recuerdo. No pierdo la esperanza de estar en la Premier 12, si soy capaz de ganármelo en el terreno, con disciplina, respeto, amor y dedicación a mi profesión y a los seguidores de este bonito deporte.