Los Tigres son los rivales más difíciles de todos los tiempos a la hora de ser barridos por los Gallos. Con la subserie 2-0 la opción de un escobazo parece cerca, lo cuál sería histórico.
Y es que desde el lunes 25 de enero de 1995 los espirituanos solo han liquidado 3-0 a Ciego de Ávila en un compromiso particular. Ese cotejo aconteció en la segunda fase de la temporada 58, los días 30 y 31 de octubre, y primero de noviembre.
En esas jornadas el cantío fue de 6x3, 6x5 –municipio Florencia- y 1x0, con respectivas sonrisas para los abridores Yariel Rodríguez, refuerzo de Camagüey, y los derechos yayaberos Pedro Álvarez y Yoén Socarrás
Antes de ese escobazo, el otro se había gestado en doble juego del sábado 23 y domingo 24 de enero de 1995, con marcadores de 10x1, 6x5 y 6x5 y éxitos de Yovani Aragón, Arley Sánchez y José Antonio Barroso, quién años después se retiró jugando con los Tigres.
De acuerdo con la información aportada por Yirsandy Rodríguez, el 3-0 del 95 tuvo matices que bien valen ser recordados.
En el primer partido la tanda de 3-4-5, formada por Luis Enrique Gurriel, José Raúl Delgado y Ruperto Zamora remolcó seis de las 10 anotaciones, lo cuál ayudó a cubrir toda la ruta al diestro de Jatibonico, quien ponchó a 13 y consiguió su quinto éxito de esa serie.
En el segundo partido de aquel sábado la sonrisa apareció con racimo de cuatro anotaciones en el noveno, para borrar desventaja de 5x2.
La fecha dominical deparó protagonismo de José Raúl Delgado, que abrió el marcador para los Gallos con un sencillo frente a Iván González en el inning de apertura y un turno después bateó jonrón de dos carreras por el jardín izquierdo, luego de que Lourdes Gurriel pusiera el juego 5-4 con doble impulsor de par carreras.
Ahora parece complicada una tercera victoria en línea porque los avileños deben mandar al box a su as Dachel Duquesne (5-1; 2.42), muy mal defendido el 12 de septiembre cuando aceptó cuatro sucias en 6.0 entradas ante Mayabeque, en juego que perdió 12x2.
Por los Gallos el abridor y novato Harbin Castellanos (3-3; 6.23) carece de experiencia y aún no posee jerarquía para detener a la segunda ofensiva más temible del campeonato (.326), aunque talento tiene para aspirar a su mejor triunfo entre los mayores.
En pelota nada está escrito y se sabe que un juego lo gana cualquiera, y dada las carencias defensivas mostradas por los Tigres –la peor en las últimas 22 series- y las serias limitaciones en el bullpen, es posible soñar con un escobazo que tendría ribetes históricos.
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