Luego de los 36 partidos de la etapa regular, los representantes de Sancti Spíritus terminaron con balance de 24-12 en el grupo C, donde Ciego de Ávila fue líder (25-13) y el segundo que mayor cantidad de triunfos consiguió a nivel de país, detrás de Artemisa (27-8), campeón del A.
De manera directa accedieron a la postemporada Cienfuegos (24-12) y Santiago de Cuba (24-12), por la condición de primeros en los apartados B y D, respectivamente, en detrimento de Matanzas (24-12) y Guantánamo (24-12), que tuvieron igual balance.
Por esa razón hubo que apelar al resultado en el duelo particular, en el que también hubo empate (seis victorias por bando), por lo cuál se definieron los lugares por la menor cantidad de carreras permitidas.
En ese acápite, cienfuegueros (99 anotaciones en contra) y santiagueros (121), salieron mejor parados ante yumurinos (104) y los representantes de la tierra del Guaso (123), que además se vieron perjudicados de acceder a la hexagonal final como uno de los dos mejores segundos lugares porque el pitcheo de los yayaberos aceptó 80 anotaciones.
Precisamente, el accionar del cuerpo de lanzadores de Sancti Spíritus fue lo que guió al equipo a la etapa cumbre. No solo por el aspecto mencionado anteriormente, sino también porque tuvieron el mejor promedio de carreras limpias (1.43) y resultaron los terceros que menos le batearon (.200), solo superados por avileños (.177) y artemiseños (.198).
Desde la lomita, el líder en el equipo espirituano fue el derecho Osvaldo Santiago, primero de Ismel Jiménez, y quién obtuvo siete éxitos y un revés, con efectividad de 1.60 durante 90 entradas de labor.
En este departamento también brillaron Aldo Conrado (4-2; 1.26), Pedro Álvarez (6-5; 1.85) y el relevista Yankiel Maure (6-3; 0.39) autor de siete salvamentos, con 41 ponches en 45.2 capítulos.
El otro elemento de buen comportamiento fue la defensa, sexta entre los 16 participantes con .961
Si no cambian los papeles, esos renglones serán sobre los que descansen el rendimiento de los gallitos en el play off, porque el bateo es bastante discreto. Al menos así se comportó en la etapa regular, en la que impulsaron 86 carreras para promedio de 2.38 por juego.
Además, el average de .221 los colocó decimosegundos en el campeonato.
Sobre la base de las debilidades ha trabajo el colectivo de entrenadores que encabeza Luisvani Meneses.
En la edición anterior, Los Gallitos finalizaron en el cuarto puesto general; mientras que en el 2011 consiguieron la mejor actuación de todos los tiempos, al llevarse el subtítulo.
Ahora la posibilidad de subir al podio es tangible, sobre todo porque la base del equipo conoció el sabor de las medallas a su paso por la desaparecida categoría 15-16 años, en la que fueron medallista de bronce (2011) y plata (2010).
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