En inmejorable situación llegaron los Gallos al estadio José Antonio Huelga en el 2013. El descanso de fin de año en el ambiente familiar repuso energías para asumir las últimas seis subseries de la temporada del beisbol cubano, que reanuda el calendario el 4 de enero.
La primera confrontación será ante Holguín, aunque los entrenamientos del equipo espirituano comenzaron el día dos, en horario vespertino.
Bien sabe el cuerpo de dirección que cada minuto cuenta cuando se trata de mantener las espuelas afinadas en un colectivo que es el líder del campeonato (17-7).
Sancti Spíritus está por delante de Isla de la Juventud (16-8) y con similar ventaja con respecto a Cienfuegos, que perdió el compromiso particular, por lo que la diferencia real es de 2.0 juegos. Algo parecido ocurre con Matanzas (15-9), que marcha cuarto, separado a par de juegos, pero que también cedió en la subserie. Ese “detalle” cuenta en un torneo corto.
No obstante, la forma deportiva exhibida por los ahijados de Yovani Aragón, parece no dar cabida a pequeñeces para clasificar a la segunda vuelta.
Tomemos en consideración que la artillería yayabera es primera en average (.291), bien por encima de la media (.264). Además, con el madero Los Gallos encabezan los departamentos de anotadas (121), OBP (.370), total de bases recorridas (338), slugging (.404), OPS (.774) y carreras impulsadas (110).
Tan armónico ha funcionado el ataque yayabero, que con hombres en bases, el equipo es segundo en promedio (.308) y repite liderazgos en la mayoría de los renglones mencionados anteriormente.
La desaforada ofensiva tiene sustento especial en Frederic Cepeda, quien lidera los jits (36), anotadas (20), impulsadas (23), triples (4), slugging (670), total de bases recorridas (61) y veces que impulsa la carrera del empate o la victoria (9). Además figura como cuarto en promedio (.396) y en dobles (8).
A la par del estelar pelotero sacan buenas notas musicales sus sempiternos compañeros de trío: Yulieski Gourriel (.311) y Eriel Sánchez (.279), quienes suman 21 y 17 impulsadas, respectivamente.
Y para no desentonar, Liván Monteagudo (.333) ha fletado para la goma a 17 compañeros y lidera a los jonroneros dentro del colectivo (4).
Pero no solo de bateo se alimentan los Gallos para cantar. Lo hacen además de pitcheo. Así lo evidencia el promedio de efectividad de 2.64 (4º) y el bateo rival de .250 (5º). En esta área, los abridores son sextos en efectividad (2.58); mientras que los relevistas se ubican cuartos (2.73), para demostrar estabilidad.
La “oveja negra” dentro de los Gallos sigue siendo la defensa, que se mantiene como la peor, al pifiar 41 veces, para discreto average (.958), a 17 unidades de la media de la serie.
Con esos guarismos, los espirituanos recibirán a Holguín, ocupante del puesto doce (10-14), en buena medida por un pobre pitcheo (4.14), aunque son segundos en bateo (.288), con una defensa admisible (.975)
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