Gallos y Elefantes en lucha por clasificación directa |
Para los dos equipos el compromiso de viernes a domingo pudiera definir la suerte entre ellos, aunque no en la ubicación final, debido a que el campeón Las Tunas (22-14) sale de favorito para ganarle a Holguín el partido que le resta.
Si ese vaticinio se cumple, entonces hoy del cuarto al sexto puesto hay tres elencos igualados.
Lo anterior hace que en los análisis se incluya a los tuneros y también a Matanzas (23-12), que tiene un choque pendiente frente al líder Camagüey (24-11), que junto a Santiago de Cuba (24-12) si parecen con pasaje directo a la segunda vuelta.
Para los Gallos la fórmula es ganar y ganar, o lo que es igual, aventajar 2-1 a los Elefantes en el 5 de Septiembre y repetir la dosis sobre Tunas en la valla del Huelga, en la que sacan record de 16-5 para un fabuloso .762, el mejor del campeonato.
Si alcanzan ese excelente balance mejoran los chances de concluir del uno al cuatro, aunque tampoco los asegura. Y es que en la subserie conclusiva visitan a los camagüeyanos, mientras los tuneros deben hacer leña a Mayabeque en el estadio Julio A. Mella y Cienfuegos jugará en el Sandino.
Para ese momento los pupilos de Pablo Civil ya pasaron por tierras de los desconocidos Tigres de Ciego de Ávila (15-21), a donde los espirituanos mirarán atentamente a la espera de un rugido fuera de pronóstico, dado el rendimiento de los tuneros, la solides de su cuerpo de abridores y los sobrados argumentos ofensivos que poseen.
De ahí que sea obligatorio mantener en el colimador a los sureños y darles un vistazo a los Cocodrilos, quienes desde el viernes juegan ante un Pinar del Río (17-19) necesitado de sonrisas para llegar a los comodines, y que en casa alcanza buenos dividendos (9-6).
Los yumurinos andan en racha de seis triunfos en línea, lo cuál supone que por ley de probabilidades deban resbalar y que un 1-2 en el Capitán San Luís sea previsible.
En la penúltima subserie los matanceros recibirán en su feudo -tienen 12 y 5- al subcampeón Villa Clara, eliminado para ese momento y que solo el orgullo propio pudiera motivarlo, tal y como hicieron frente a Los Gallos, a los que dieron un soberano escobazo entre el 23 y 25 de septiembre.
Lo ideal para la causa espirituana sería un 2-1 de Matanzas sobre los de Eduardo Paret, con el cuál los matanceros viajarán al siempre complicado Guillermón Moncada, donde los locales ya deben tener el pasaje en mano, pero seguirán con hambre de victoria, insuflados por esa enardecida y ambiciosa tribuna que pedirá más, porque al fin y al cabo, todo cuenta para la segunda vuelta.
Ajustado a la lógica -¿existe en la pelota?- dos triunfos indómitos se recibirían con vítores en los predios espirituanos donde la atención en esos minutos estaría sobre los toros que en el potrero deben mugir dos veces.
Aceptando estas especulaciones matemáticas, la recta final depararía para espirituanos y cienfuegueros 5-4, matanceros con 4-6 y tuneros 6-4. Si eso sucede los cuatro terminarían empatados con 27-18 y la fórmula del TQB haría de juez.
No obstante parece más prudente un 7-3 de los orientales y un 5-5 de Cocodrilos en lo que falta, lo cual definiría la suerte de unos y otros.
De ahí que tras ser barridos en el Sandino los Gallos están bien cerca de los comodines, aunque la ilusión de hacer la hombrada de ser terceros o cuartos, aún depende de ellos.
Ya el más sabio de todos en beisbol dirá, el terreno.
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