Ateo como soy, me encomiendo a la divina provindencia y todo lo que en el llamando mundo de la parapsicología existe, para que todo salga de la mejor forma. Y es que para un muchacho de 18 años, que viene de una lesión en su brazo, me parece bastante festinado ponerlo a abrir.
El sentido común, y los procederes en todas las pelotas del mundo para casos como este, siempre indican que debe tener un retorno pausado y sin grandes exigencias para comprobar hasta que punto la rehabilitación surtió efecto.
Lo anterior es igual a que tire una entrada de relevo en juegos donde no exista presión. De ahí mi temor a que la prisa porque Roberto lance hoy no se convierta en noticia que se lamente después.
Es un pitcher joven con deseos de jugar, lo que no debería extenderse a más de 5 entradas y que la dirección del equipo tenga esto presente. Hay que preservar a este talento que abandonó el contrato de su vida por regresar a Cuba.
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