Los finalistas del último campeonato nacional de beisbol en Cuba vuelven a estar frente a frente. Nuevamente se ven las caras en el estadio 5 de Septiembre, donde mismo se enfrentaron hace menos de tres meses en la final sub-23.
Ahora la mayoría de los campeones espirituanos y de los subtitulares cienfuegueros rivalizan, junto a compañeros de mayor edad, por lo que pudiera ser otra epopeya en sus carreras deportivas: clasificar a la segunda vuelta de la temporada 59 del beisbol cubano.
En duelo de paridad los visitantes llegan tras ser barridos en el Sandino y con récord de 5-5 en las salidas anteriores; mientras los anfitriones vencieron a domicilio 2-1 a Pinar del Río, pero también suman balance parejo en las diez presentaciones más recientes.
Ambos equipos comparten el cuarto y último boleto con pasaje directo a la siguiente ronda (22-14), por lo que el ganador de la subserie sacará renta capital.
Colectivamente Cienfuegos posee la mejor ofensiva del campeonato en average (.325), es cuarto en defensa (.977), con un pitcheo que es decimocuarto en efectividad (5.23)
Los sureños tienen varias individualidades de protagonistas, como el desconocido Yasmani Insua, convertido de lanzador discreto en el mejor de la serie, al trabajar para promedio de limpias de 1.70, con siete victorias y dos derrotas. A la ofensiva Pavel Quesada comanda los bateadores (.427) y Yusniel Ibáñez es el que más carreras impulsa (43).
Los Gallos son cuartos en pitcheo (4.16), décimos en fildeo (.973) y en bateo (7mo) descendieron de .302 a .296 en la visita a Villa Clara donde solo compilaron .235
En las filas espirituanas Frederic Cepeda (.350) con nueve jonrones y 54 boletos se destaca en esos departamentos y buscará su jit 2mil en series nacionales. A la par sobresale Geisel Cepeda (.371), aunque no lidera ningún renglón.
Los paquidermos en su hábitat no impresionan (10-8) y sus rivales de turno fuera de la valla se han huido en nueve de las quince peleas celebradas.
Con esos números saldrán al campo de batalla Gallos y Elefantes en un duelo que oxigenará al ganador y dejaría muy tocado al perdedor, toda vez que después solo restarían seis juegos para que concluya el calendario clasificatorio.
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