En el vetusto gimnasio de Cabaiguán las personas se rejuvenecen.
Uno de los principales responsables de ofrecer bienestar a través del ejercicio físico es Líver Hernández, un apasionado sin par por la actividad que realiza en la añeja construcción de madera ubicada en la calle Noel Sancho 112.
“Este el trabajo que amo. Me siento muy gusto cuando veo que las personas que asisten a mi clase realizan los ejercicios de manera sincronizada y se divierten, porque si los alumnos no disfrutan, mi clase no tiene sentido.
En apenas tres años de trabajo el profesor se ha ganado el respeto de quienes visitan la instalación.
“Me siento de maravillas; empecé a venir porque unas vecinas me embullaron. Tenía dolores en la cervical, los brazos no los podía levantar, estaba enquenqle. Ahora creo que soy más joven” manifiesta Lidia Rodríguez, de sesenta años.
“Llegué pesando 213 libras y en unos meses he bajado 17. Estoy más ágil. Es increíble; las clases son excelentes” comenta Marta Cruz, quién tiene 55 años.
“El profesor tiene que saber que buscan las personas que asisten al gimnasio y sobre ese objetivo particular, planificar la clase del grupo” señala Liver, mientras nos enseña diferentes medios de enseñanzas creados para motivar el trabajo.
“Aquí vienen más de 50 personas de diferentes edades en las tres sisones de la mañana. Eso me obliga a hacer algo nuevo cada semana, para que la gente no se aburra; siempre bajo el estricto principio de respetar la planificación individual. Los medios de enseñanza (ligas, pomos con arenas, suizas, palos de madera) incentivan el trabajo”
Lo curioso en el accionar de este joven es que comenzó la vida profesional como entrenador de lucha.
“Se dice que uno tiene un don escondido y que algún día sale; a mí me sucedió. Yo cumplí misión en Venezuela y esperaba entrenar lucha, pero allá trabajé la bailoterapia, la gimnasia con el niño y otros aspectos de la Cultura Física propiamente; así fue que me di cuenta que verdaderamente es lo que amo en esta profesión”
El trabajo de Líver sobrepasa las paredes del gimnasio de Cabaiguán, como se evidenció en el último Concurso Nacional de Clases de Gimnasia Musical Aerobia de Salón, donde resultó el mejor del país. Enhorabuena para el profesor y para quienes encuentran el bienestar en sus clases.
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