Los Huracanes habían dividido en el duelo de ida en el José Antonio Huelga (5x8 y 13x4) y a domicilio conjugaron combatividad y los errores defensivos de los espirituanos (8), que aportaron ocho anotaciones en los partidos de martes (6) y jueves (2).
A esas deficiencias, los visitantes sumaron el mal corrido en bases en el choque del adiós, que también incidió en el desenlace final. Al margen de esas acotaciones, ambos equipos sacaron tanta garra para no dejarse arrebatar la victoria, que dejan a un lado cualquier reproche.
Lo sucedido más bien lo considero como mérito de los Huracanes, que a base de ofensiva y ganas acumulan ahora 22-23 y si bien son oncenos, solo están a 2.5 juegos de la zona de clasificación.
Muy bien por el debutante Michael González y sus muchachos; y aplausos para el también director novato Eriel Sánchez, que sigue fiel a la filosofía de confiar en regulares y suplentes, con muy acertado manejo del pitcheo.
Con esa estrategia los Gallos se mantienen desde el primer día entre los mejores del país, y con la ilusión de animar los play off.
A falta de 31 partidos para que cumplan el calendario regular, los espirituanos comparten el quinto puesto con Cienfuegos (25-19), y andan bien cerca de Matanzas (28-17), Granma
(27-18), Camagüey (24-17) y Santiago de Cuba (25-18).
La comodidad que a priori se aprecia no puede conllevar a la relajación, porque además de los mayabequenses, en la puja por aparecer en el grupo de los ocho agraciados marchan con paso fuerte Pinar del Río (23-19) y el peligroso Las Tunas
(24-20); así como Villa Clara (21-20), Industriales (23-22) y Holguín (22-23).
El próximo enfrentamiento de los Gallos será contra los campeones y líderes Cocodrilos durante sábado y domingo en el estadio Victoria de Girón, donde los nuestros totalizan catorce derrotas consecutivas. Romper esa cadena daría la posibilidad de agenciarse el duelo global, que favorece a los visitantes 2-1.
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