Aunque le resulte difícil de creer, el equipo de Sancti Spíritus ha perdido en el llamado palacio de los Cocodrilos catorce desafíos en línea, divididos en nueve de calendario regular y cinco correspondiente a play-off.
La nefasta racha inició el 13 de mayo del 2013, con revés de 7x1 a la cuenta de Yamichel Pérez, en el partido conclusivo de la subserie particular entre ambos colectivos en la serie 52.
En la semifinal de esa temporada hubo tres tropiezos con marcadores de 4x0, 3x1 y 4x3, que fueron a la cuenta de Ismel Jiménez, Norge L. Ruíz y Yoen Socarrás, en los días 1,2 y 3 de junio, respectivamente.
En la LIV los Gallos jugaron en el Victoria de Girón en dos ocasiones, el 13 y 15 de diciembre del 2014. En esos encuentros los descalabros fueron a la cuenta de 7x2 (Aldo Conrado) y por la vía del fuera de combate en siete actos 11x0 (Ismel).
La quincuagésima sexta campaña deparó descalabro de 10x0 por la vía del nocaut el 2 de octubre del 2016, con decisión para Yamichel y en la siguiente salida Ramón Zúñiga no pudo evitar el marcador final de 4x3.
En la anterior contienda los espirituanos volvieron al Victoria de Girón, y nuevamente salieron por la puerta estrecha 13x9 (Yoannis Hernández), 10x0 (nocaut en 7.0- Harbin Castellano) y 4x3 (Pedro Álvarez), los días 11,12 y 13 de septiembre.
Después de esos resultados, la escena quedó lista para que los dos equipos disputaran los comodines, en los que el maleficio no se pudo romper (11x0; 9x4).
En el pantano de los Cocodrilos la última alegría yayabera se produjo el 12 de mayo del 2013. Ese día triunfaron 9x1, gracias al brazo del camagüeyano Norge Luis Ruíz, dominante en 6.0 entradas, y salvamento del también refuerzo holguinero Yaisel Sierra (3.0).
El mérito de haber sido el último lanzador espirituano en sonreír en la capital yumurina corresponde a Ismel Jiménez, quién el 12 de diciembre del 2012 propinó lechada de 2x0, con cinco jit, cero bases y ocho ponches.
En la serie 60 los yayaberos picaron en el Huelga 5x3 y luego aplicaron fuera de combate de 14x4. En el choque del adiós, Yamichel Pérez trabajó bien, pero mejor lo hizo el zurdo Yoanni Yera que dio a los suyos el éxito.
Ese 2-1 concede la ventaja de que con un picotazo se asegura el compromiso. Lo que falta ver es que táctica aplica Eriel Sánchez para romper el embrujo que se ha prolongado a catorce derrotas seguidas en el estadio Victoria de Girón de Matanzas.
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