Lo que dejó la primera subserie

Mendoza empezó bien

Los Gallos comenzaron la serie nacional con dos victorias y una derrota. A simple vista, es lo que dejó para la representación espirituana el inicio de una temporada de 96 juegos.

Sin embargo, hay otros elementos que creo oportuno analizar, aunque como regla, pienso que juzgar sobre la base de tres juegos es muy relativo.

Así y todo, prefiero violar esa certeza, dadas las expectativas creadas en la afición espirituana por la presencia al frente del equipo de Ruperto Zamora, quién enarbola a viva voz cambiar la imagen de un grupo muy talentoso, pero carente de resultados importantes en las últimas campañas.

En las notas positivas estuvo las actuaciones de la triada abridora de Ismel Jiménez (8.0; 2cl), Ángel Peña (8.0) y Noelvis Hernández (7.0; 2cl), quienes además realizaron un adecuado volumen de lanzamientos (100-110).

Con la excepción de Dani González, fue eficiente el trabajo de los cerradores Yaniel Sosa y el novato Leodanis González. Y si cuestiono a Dani, no es porque soportó el jonrón decisivo en el noveno episodio del juego del martes (3x5), sino por abrir con boleto esa entrada.

De forma general, el pitcheo trabajó ante los campeones de Pinar del Río con efectividad de 2.05, bateo rival de solo .198, regaló siete boletos y propinó catorce ponches.

Ruperto salió airoso en el debut como director

A la ofensiva, tengo que decir que vi el equipo desajustado y con lentitud en el swing, algo normal para esta época. Al margen de mi apreciación, se compiló para un bajo .247 (97-24), aunque pegaron cuatro jonrrones, salidos de los maderos de Frederic Cepeda (2), Yulieski Gourriel (1) y Eriel Sánchez (1), quienes forman la artillería pesada.

En este aspecto, Yunier Mendoza, como para no dejar el hábito, bateó de 12-6 (.500) y el hombre proa Robersi Ramos (.364) cumplió su rol, al entrar en circulación seis veces en trece turnos, si bien se ponchó demasiado (4).

El punto más bajo de Los Gallos en la visita a tierras pinareñas fue la defensa (.968), que cometió cuatro errores, además de otras marfiladas que no van a los libros, pero que costaron carreras. Con el guante, el peor fue Yulieski (.846), autor de par pifias en trece lances y desacertado en otros batazos, que a la postre perjudicaron.



Precisamente, en el Yuli me quiero detener, porque se vio nuevamente perdido ante los pinareños. Ahora, a las deficiencias defensivas, sumo una discreta ofensiva de dos jits en doce turnos (.167). Si a eso le agregamos que en el play off  pasado apenas produjo para .136 (22-3), entonces surge una inquietud, que ojala el muchacho disipe con el sobrado talento que posee, mas en esta campaña, en la que también tiene sobre él la mirada de sus detractores, quienes ya lo acusan –sin elementos- de no entregarse como puede, al saber que el director no es su padre Lourdes.

Yuli batea .147 vs.  Pinar  en nueve juegos

Otras novedades dejó para Los Gallos la primera subserie: Vimos a Yenier Bello intentar anotarse un jit con un toque de bola, lo cual demuestra que en el futuro esta jugada la puede realizar. Apreciamos a Eriel corriendo con ganas, al igual que a otros muchachos.

Llamativo me resultó que en el choque del jueves (9x2), Ruperto puso a jugar a los atletas del banco a la altura del sexto episodio. Para mí, fue sensato, dada la ventaja que facilitaba probar a los menos experimentados, una posibilidad que no muchas veces se da. Justamente, los suplentes salieron con sobrados deseos.

Reitero que es prematuro juzgar el rendimiento de un equipo por tres partidos.



Aún así, la primera suberie dejó cosas gratas para Los Gallos y su director debutante. Confiemos que ese sea el camino por donde transiten en los siguientes 93 encuentros de la fase regular y en los play off.

Ya veremos que dice el futuro.