El único espirituano presente en el certamen mereció los elogios como tercera base, donde no cometió errores en ocho partidos y promedió con el bate .433
Las estadísticas del evento, en las que no se incluyó el juego de la final, reflejan que Yulieski fue segundo en impulsadas (8), cuarto en hits (12), y total de bases recorridas (18), séptimo en bateo con hombres en posición anotadora (.556), octavo en promedio de embasado (.464) y noveno en slugging (.667).
Ahora el campeón olímpico del 2004 y subtitular del I Clásico Mundial fungió de sexto bate en la alineación, después de una baja en los torneos más recientes en los que mayormente fue tercero y que tuvo en el premundial de Puerto Rico el punto más negativo de su carrera, al ser llevado al banco tras una discreta ofensiva (.244; 6ci, 0 HR).
La baja del yayabero en la arena internacional comenzó en la Copa del Mundo del 2007, en la que promedió .275, con tres cuadrangulares y siete impulsadas.
En el propio evento, pero dos años después compiló .254, aunque sonó cuatro vuelacercas y remolcó once; mientras que en la Olimpiada de Beijing-08 lo hizo para .229 y apenas cuatro fletadas para el home.
En el II Clásico Mundial se reencontró consigo cuando resultó el único cubano en batear de jit en todos los partidos de su equipo y sacar average de .333 (24-8, 2 HR; 6ci).
Ojala que el rendimiento de ahora signifique el despertar definitivo internacionalmente del que muchos consideran pelotero más integral del béisbol cubano actual.
El 6to puesto al bate de yuliesky lo ha veneficiado, porque le quito un poco de presion y asi pudo demostrar lo que verdaderamente el batea. Hace falta que lo sigan poniendo en ese turno, hasta que a fuerza de batazos, los que lo critican pidan que lo suban al 3er puesto original de el.
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