La victoria en dos de los tres partidos ante Santiago de Cuba avivaron las opciones de los Gallos de incluirse en la segunda vuelta de la serie nacional del béisbol cubano.
El resultado, además, puso fin a una racha de seis compromisos particulares perdidos en línea, en los que sumaron seis éxitos y doce reveses.
A pesar de ello en estos momentos el equipo aparece en el lugar doce con trece 13 victorias y 16 derrotas, a solo medio juego de diferencia de los guantanameros (14-16), quienes ocupan la octava plaza.
Dicho así, las opciones de acceder a la fase cumbre son reales; aunque para ello también hay que desplazar a los santiagueros (14-16), holguineros (13-15) y pinareños (12-14).
Con semejante tarea, la única ventaja que tienen los Gallos es que de los dieciséis partidos que le restan, doce serán en casa. Aprovechar esa condición será determinante, sobre todo en los desafíos venideros de sábado, domingo y lunes. Y es que chocan contra un rival directo por la clasificación y por que también la serie recesará hasta el 5 de diciembre debido a la participación de Cuba en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz.
Lo ideal para los espirituanos sería una barrida que permita llegar al descanso con saldo parejo de triunfos y derrotas. Cualquier otro desenlace complicaría la situación actual, en la que no hay margen para el error.
Téngase en cuenta que como mínimo, el último de los ocho equipos que llegará a la segunda vuelta lo hará con 23 éxitos. Para conseguir esa marca los pupilos de Yovani Aragón tienen la obligación de al menos sonreír en diez de los juegos que le faltan, incluido uno ante Granma.
Colectivamente los Gallos aparecen quintos en bateo (.283), séptimo en promedio de carreras limpias (3.71) y segundos en defensa (.983). Si en los principales aspectos del juego el equipo está entre los mejores, resulta incompresible que marche en la retaguardia en la tabla de posiciones.
Lo anterior deja claro que hay potencialidades, pero deben concretarse en el terreno en cada una de las salidas que faltan. Para ello la utilización del pitcheo será esencial. La época de improvisar con el novato Yankiel Maure de abridor ya pasó.
De igual forma es oportuno regresar a la lomita al veterano Ángel Peña, quién sigue siendo el segundo lanzador de los Gallos, con todo y sus veinte series. Eso si, debe hacerlo con seis días como mínimo, porque durante toda su carrera ha sido inefectivo con menor tiempo, tal y como demostró en sus tres últimas aperturas en la que explotó ruidosamente.
Considero que Yuen Socarrás debe recibir mayores oportunidades también, sobre todo de relevista largo, luego de que el zurdo Javier Vázquez se ha sumado con efectividad a la rotación abridora que encabeza el internacional Ismel Jiménez y que el mundialista juvenil Aldo Conrado lo hizo bien una vez, aunque falló en la segunda.
Por el momento, la mentalidad del grupo debe enfocarse sobre Guantánamo a partir de este sábado.
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