Luego de los traspiés de los Gallos (4º) y de las selecciones sub-18 (5º) y sub-15 (5º), las opciones quedaron reducidas a los niños del sub-12, que en la final terminaron últimos entre los seis participantes, al ganar un juego y perder cuatro.
La sonrisa se produjo sobre Ciego de Ávila (4x3) y los reveses ante Matanzas (9x5), La Habana (11x1), Mayabeque (6x4) y Santiago de Cuba (8x6). El triunfo en lo personal se lo acreditó Alejandro Escobar; mientras que los derrotados fueron Harvin Castellano, José Grandales, Sediel Mendoza y Miguel Martínez, respectivamente.
El rendimiento de los “pollitos” se debió en buena medida al mal desempeño defensivo, lo cuál acentuó las carencias del pitcheo.
Digo esto porque con el guante los alumnos de Reinier Escobar cometieron quince pifias, de las cuáles siete se produjeron frente a los habaneros, ante quienes conectaron un sencillo.
Ese pobre trabajo facilitó que los rivales castigaran al pitcheo espirituano (.300; 120 vb-36 h), que además lanzó para altísimo promedio de carreras limpias (9.80) por partido de 7.0 entradas, tal y como se establece en esta edad.
A la ofensiva Sancti Spíritus promedió para un aceptable .262, con destaque del niño de 10 años César Hernández (12-6= .500). Los demás distinguidos fueron Daniel Bastida (13-5=.385) y Yosbel Ceguera (11-4= .364).
Las medallas en el torneo quedaron en poder de habaneros (5-1), matanceros (3-2) y santiagueros (2-3); en tanto avileños (2-3) y mayabequenses (2-3) ocuparon los puestos cuatro y cinco.
Con el torneo nacional sub-12 finalizó el calendario nacional del béisbol cubano en esta temporada, en la que por segunda vez consecutiva la provincia terminó sin medallas.
La última presea de equipos espirituanos fue en el 2011 cuando los muchachos de la categoría sub-18 se agenciaron la plata.
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