A las puertas de las medallas volvió a quedar un equipo de beisbol de Sancti Spíritus.
Tal parece que el maleficio que acompaña a los Gallos contagió a los muchachos de la categoría sub-18, quienes en el play off del XLVIII Campeonato Nacional acariciaron la gloria, pero les faltó la garra que tampoco tiene el equipo grande.
En el último partido del torneo, los Gallitos perdieron 7x3 ante Ciego de Ávila en once entradas -definido por la regla Schiller- , lo cual dio el título a los vencedores y mandó a los derrotados al quinto lugar.
Ese fracaso se unió a las derrotas de 5x2 y 5x1 que sufrieron en la segunda y tercera presentación ante Matanzas y Artemisa respectivamente, luego de iniciar con éxito sobre Cienfuegos (2x0) y sonreír sobre Santiago de Cuba (2x1) en la penúltima jornada.
Más allá de que el resultado ante los avileños privó a Sancti Spíritus del oro, lo evidenciado sobre el terreno de juego en la hexagonal final confirmó que la paupérrima ofensiva de los 36 partidos de la fase clasificatoria - cuartos que menos batearon .221- hizo acto de presencia (.106).
Tan discreto fue el accionar con el bate en la hexagonal final que los espirituanos sumaron quince imparables en los cinco juegos, con solo tres dobletes, para slugging de .127 y promedio de embasado de .206.
La media en esos parámetros colectivos fue de .236 y .298; en tanto el average de los finalistas resultó .198
Entre los bateadores yayaberos, el “más sobresaliente” fue Alberto Rodríguez (.188), seguido por Diasmani Rodríguez (.176), Dismani Ortiz (.150), Yunior Ibarra (.154), Aldo Conrado (.143), Jorge Pajón (.125) y Denni Reyes (.053). Sin estadísticas finalizaron Dagoberto Vázquez (11-0), José Fontes (10-0), Diolvis Cuéllar (6-0), Rasiel Echemendía (3-0), Adrián Negrín (3-0) y Alejandro Rojas (2-0).
Sin ánimo de justificar, pero lo sucedido se veía venir; sobre todo porque en la preparación para asumir la postemporada los Gallitos solo tuvieron ¡un bate!
Con ese único bate todos los jugadores tenían que realizar las acciones ofensivas, algo inconcebible para una edad que en Cuba constituye la antesala del torneo elite.
A los males en el ataque, los dirigidos por Luisvani Meneses agregaron la peor defensa de los finalistas (.944), al pifiar once veces.
Con esos dos aspectos colectivos quebrados, resultaba utópico aspirar a más, a pesar de que el pitcheo (2.15) fue tercero en el play off, reafirmando lo ocurrido en la parte regular, donde fue líder (1.43).
En esta área validaron en la final las posibilidades que se les augura para el futuro los derechos Conrado (1-0; 0.69) y el relevista Yankiel Maure (1 js, 0.90).
En el campeonato regular Conrado acumuló 4-2 y promedio de limpias de 1.26; mientras que Maure (6-3; 0.39) salvó siete juegos, con 41 ponches en 45.2 capítulos.
A esa dupla se unen como figuras de talento Osvaldo Santiago (7-1; 1.60) y Pedro Álvarez (6-5; 1.85), aunque en el play off el primo de Ismel Jiménez tuvo una derrota y efectividad de 3.86 y Álvarez (1-2) trabajó para .5.59, aunque le batearon poco (.179)
El quinto lugar de Sancti Spíritus marca un ligero retroceso en esta categoría en la que se alcanzó la plata en el 2011 y el cuarto puesto el año pasado.
No obstante, esos resultados demuestran estabilidad en los resultados y que hay una buena cantera para seguir nutriendo a los Gallos para la serie nacional.
Además, en la final del torneo sub-18 apenas se efectúan cinco partidos, por lo que el tramo entre la gloria y el fracaso es muy estrecho.
Bien lo saben los representantes de Ciego de Ávila (4-1), Cienfuegos (3-2) y Artemisa (3-2), que consiguieron por ese orden las medallas, en detrimento de Matanzas (2-3), Sancti Spíritus (2-3) y Santiago de Cuba (1-4).
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