sábado, 17 de marzo de 2012

Una vida por el hockey y las mujeres

El Hockey comenzó a practicarse en Sancti Spíritus hace un cuarto de siglo. En ese tiempo, los resultados más prominentes se obtuvieron en el último año, cuando la provincia resultó por vez primera, campeona nacional entre las mujeres y cuatro espirituanas asistieron a los Juegos Panamericanos.

Detrás de esos premios estuvo el trabajo de un colectivo de entrenadores, en el que sobresale Daimel Yero, quién ha dedicado toda su vida a trabajar con el sexo femenino.

“Empezamos a trabajar en el año 94, faltaba un entrenador en esa área y me dieron la tarea de atender a las muchachitas y nunca más he cambiado. Me siento bien trabajando con ellas” asegura Yero.

¿Qué peculiaridades tiene entrenar a mujeres?

“Es lograr conocerlas, entenderlas, meterse en sus problemas, saber su vida interna; hay que relacionarse bien con la familia. Hay está el secreto, las veo como mis hijas”

Tan notorio ha sido el trabajo de este entrenador con las niñas, que tiene catorce medallas desde que labora en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) Lino Salabarría.

“Creo que si no es un récord para un entrenador de deportes colectivos, es buen average” manifiesta sonriente.

¿Cuántas de tus atletas han sido promovidas a los Centros Nacionales de Alto Rendimiento?

“Son muchas, no tengo el dato exacto, pero te puedo asegurar que en los años más recientes son once. Entre ellas Yuraima Vera, elegida una de las diez mejores jugadoras de América en el 2011. Y se dice fácil, pero hay naciones como Argentina y Estados Unidos que son potencias mundiales y Cuba apenas compite en el exterior”

El desvelo profesional de Daimel Yero tuvo una recompensa especial: la de ser el mejor entrenador del alto rendimiento en Sancti Spíritus en el último año competitivo.

“Es el logro más importante de mi carrera. Nunca pensé que podía merecer esa distinción, porque en la provincia hay muchos y buenos entrenadores. Creo que sin el apoyo de mi familia, los compañeros de trabajo y las atletas, no hubiese podido alcanzar ese premio. Me siento realizado y más comprometido con dos de los grandes amores que tengo: el hockey y mis atletas”

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