miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Clasificarán Los Gallos?

Ardua es la tarea de Ruperto Zamora
Muchas, muchísimas son las inquietudes que reinan en la afición de Sancti Spíritus ante el pobre rendimiento de Los Gallos en la temporada cubana de béisbol.

Sin ínfulas de profeta, intentaré responder la interrogante que más me hacen en los últimos tiempos, y que de seguro es tema recurrente: ¿clasificará el elenco espirituano a los play off?.

Para tratar de llegar a una conclusión, analicé el rendimiento colectivo del equipo en los principales renglones de juego durante el primer y segundo tercio del actual torneo. También hurgué en las últimas ocho temporadas en las cuáles siempre se llegó a la etapa cumbre.

Lo primero que salta a la vista es lo que muchos sabemos y que en mi caso he enarbolado a viva voz: la principal y tal vez única virtud de Sancti Spíritus es el bateo.

Esa verdad, de Perogrullo para muchos, se evidencia cuando vemos que desde la serie 43 hasta la pasada, la ofensiva espirituana fue igual o superior a la media del torneo, excepto en la  campaña 45, en la que quedaron un punto por debajo. 

SERIE     BALANCE   BATEO      PROMEDIO SERIE
43         (54-35)             .304         .288
44         (54-36)             .302        .281
45        (58-32)             .292        .293
46        (51-38)             .289        .276
47        (48-40)            .294        .294
48        (48-42)            .306        .301
49        (63-27)            .313        .297
50        (49-41)            .312        .298
       
Es decir, que para los Gallos hay una relación proporcional entre bateo y victorias.

La fórmula es tan evidente, que en la 48ª temporada, el equipo llegó al juego 57 con desastroso balance (21-36), y todo debido a que en ese trayecto aparecían penúltimos con el madero (.270) y veinte puntos por debajo del promedio general.

Como algunos recordaran, vino el II Clásico Mundial y recesé el campeonato desde el 8 de febrero hasta el 27 de marzo, tiempo en el que se reajustó la maquinaria, tanto que en los últimos 33 partidos, el saldo fue asombroso (27-6), debido a la ofensiva desplegada (.364).

En el presente torneo, Los Gallos  en el tercio inicial (15-17) tuvieron average de .277 (1083 vb- 300 h); mientras que en los siguientes 32 juegos (15-17), la ofensiva fue de .263, con un decrecimiento en los renglones   (Ver tabla).

      BATEO. SERIE ACTUAL
JUEGO        (1-32)         JUEGO (33-64)
RECORD     (15-17)          (15-17)                                                               
VB-                1083             1052
H-                  300              277         (-23)
AVE             .277               .263         (-14)
CI-               170               121        (-49)
CA-            183                 126         (-57)
HR-             35                  30         (-5)
2B-             45                   36         (-9)
3B-              2                                   2

La disminución ofensiva se hace más crítica si se tiene en cuenta que el promedio general del campeonato entre el desafío 30 y el 64 se elevó de .279 a .283. Es decir, que mientras se incrementaba cuatro puntos, la tendencia de los espirituanos fue en sentido contrario.

El desajuste del bateo es tan notable de un tercio al otro que entre los regulares, cinco jugadores perdieron entre 66 y 105 puntos; en tanto, los que subieron lo hicieron tan poco que el promedio actual es de lágrimas. El caso más notorio el de Frederic Cepeda. (Ver tabla)

                        JUEGO 32                    JUEGO 64                          TOTAL
O.ACEBEY    (93-29)= .312               109-26= .238    (-74)            202-55= .272               
Y.MENDOZA  (128-48)= .375            100-30=.300    (-75)             228-78= .342
YULIESKI G.  (121-39)= .325             102-30=.294    (-31)            223-69= .309
Y. BELLO         (125-35)= .280             125-37=.296    (+16)         250-72= .288
E.SANCHEZ  (115-29)= .252               106-29= .274 (+22)           221-58= .262
YUNIESKI G. (68-25)= .368                80-21=.263 (-105)            148-46= .311
LIVAN M.         (90-17)= .189             107-35 =.327 (+138)          197-52= .264
L. Y.GOURRIEL   (25-4)=  .160            51-12=.235 (+75)             76-16= .211
J.R. ALFONSO     (85-17)= .200        90-20= .222 (+22)              175-37= .211
Y. BAGUET        (31-7)= .226             21-5=.238    (+12)                52-12= .231
F. CEPEDA         (85-26)= .308               95-23=..242 (-66)           180-49=.272

La singularidad del grupo la aportó Liván Monteagudo, que mejoró ostensiblemente, aunque con el promedio que tiene ahora (.264), dista mucho de su rendimiento habitual. Mención para Yunier Mendoza y Yunieski Gourriel, que se mantienen con dígitos positivos, si bien han empeorado en el lapso que valoramos.

Lo anterior me induce a otra interrogante. ¿Cómo es posible que el equipo cambiara tanto de una serie a otra, si son los mismos jugadores?

Conozco que la preparación antes de la serie se realizó casi exacto a como lo planificó el colectivo de entrenadores. Hubo aseguramiento en todos los aspectos y se jugaron cerca de 40 partidos. Entonces, ¿Existió un mal diseño del plan de entrenamiento? o ¿Demasiado volumen de trabajo para un grupo en el que solo Yulieski y Bello tienen menos de 29 años entre los regulares?

Estas especulaciones, porque solo son eso, originan más. ¿Por qué Cepeda y Yulieski están por debajo de su rendimiento acostumbrado, si no estuvieron en la pretemporada?

¿Clasificarán Los Gallos?.

Para dar respuesta exacta, lo primero que necesita la dirección del conjunto es esclarecer las anteriores dudas. Únicamente así se pudiera llegar a las causas, que estimo existen, de por qué Sancti Spíritus pasó de ser un equipo temible con el bate, a un rival que domina cualquier lanzador que suba al box.

Para clasificar, hay que ganar juegos y para ello, el pitcheo y la defensa tambien juegan un rol, solo que en el caso de Sancti Spíritus, es menor.

Aún así, estimo oportuno señalar, que con el guante se palpa una mejoría abismal, lo cuál es una preocupación menos; mientras que los lanzadores han sido estable, a pesar que hay un ligero empeoramiento entre el primer y segundo tercio. (VER TABLA)

                             DEFENSA
                     JUEGO (1-32)              JUEGO (33-64)
ERRORES:           51                              36     (-15)
LANCES:           1286                          1290
OUT:                  837                              846
AVE:                   .960                            .975 (+15)

Los problemas desde el box siguen siendo los mismos que señalé en el juego 45, cuando en esta página titulé un comentario “Los Gallos en crisis”. Por cierto, que hay una similitud casi total entre aquellas líneas y lo que ahora escribo.

                  PITCHEO
JUEGO   (1- 32)               JUEGO (33-64)
EL:             279.0                282.0
CL:             125                  135       (+10)
PCL:           4.03                   4.30     (+0.27)
VB:             1066                  1083
H:                 286                     312      (+26)
AVE:           .268                      .288     (+20)

Lo que también es una certeza es que el tiempo se acorta y la diferencia entre Los Gallos (31-35) y Pinar del Río (33-34) crece, después que los nuestros perdieran dos veces seguidas ante Holguín, en lo que puede considerarse de histórico, pues es la primera vez desde la serie 45 que los orientales consiguen semejante saldo.

La desventaja ante los pinareños se puede perfectamente borrar, porque material humano y calidad hay, solo que ese talento tiene que accionar como equipo, y para ello, lo primero es hacer que el madero suene.

Si se recupera la habitualidad en el bateo, entonces se puede soñar.

No obstante, tengo ser objetivo y tras escuchar los comentarios de los colegas de Radio Ángulo en las trasmisiones de los juegos, no vislumbro luz en el horizonte, porque la apatía y el desanimo parecen apoderarse de lo que muchos consideran la generación perdida del béisbol espirituano. Ojala me equivoque.

Además, Pinar del Río tendrá en su patio quince de los últimos 21 juegos; en tanto Los Gallos nueve. A eso se le agrega que las tres subseries finales (Mayabeque, Granma y Villa Clara) serán en la carretera, lo cuál es más presionante.

En medio de ese panorama,  más que nunca es vital la sapiencia del colectivo de dirección que encabeza Ruperto Zamora. Urge mover el banco, urge dar lugar en la alineación a aquellos, que mas que nombres, tengan entrega en el terreno, para revertir la situación actual.

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