(Foto: Rommel González) |
Con el 25 en el uniforme de visitador, el espigado derecho de Tuinucú encandiló a los rivales y demás presentes en el estadio 26 de Julio de Artemisa. Allí se estrenó a lo grande como lanzador de los Gallos en la temporada actual.
En esa jornada ganó con soberbia labor de 6.0 entradas, en las que no permitió carreras; ponchó a ocho, con dos boletos y apenas cuatro imparables de los 21 bateadores enfrentados.
Aquel bautizo sin dudas que confirmó la perogrullada que por estos lares se vaticinaba: a pesar de la inexperiencia, el muchacho tenía argumentos para ser ganador entre los mayores.
El líder del pitcheo de los Gallitos campeones nacionales juveniles del 2020 volvió a subir al box en el Latinoamericano contra el mítico y siempre complicado Industriales.
La apertura del 4 de noviembre le recordó que en este nivel cualquier desliz cuesta, sobre todo si el rival es el máximo jonronero del campeonato. Y es que en la fecha, Luis Danny soportó el primer vuelacercas, salido del madero de Lisbán Correa y con las bases llenas.
Que el primero en ese departamento te dispare un cuadrangular no es pecado, pero si resulta fatal conceder boletos a bateadores de menos prestancia. El descontrol de ese día (5BB), fue clave para que le marcaran tres de las seis limpias que toleró. A pesar de ello recetó cinco pastillas amargas en 4.1 en juego de 7.0 ining, con seis imparables recibidos.
Superado el momento de la derrota, Luis Danny volvió a lanzar el 18 de noviembre en el Nelson Fernández de San José de las Lajas, donde sus poderosas rectas, mezcladas con los lanzamientos en rompimientono no creyeron en las ventiscas de los Huracanes, qué llegaron al juego con la tercera ofensiva (.319) del campeonato.
Luego de 6.0 episodios, los de Mayabeque solo pudieron hacer una limpia con seis sencillos, al tiempo que digerían seis ponchetes.
Con ese triunfo, el novato acumula 2-1, y efectividad de 3.86, que por mucho es mejor que la del campeonato (5.24) y también inferior con respecto a la media de los abridores (4.95).
Hasta el momento, a 25-LDM, los contrarios le han dado solo un extrabrase en 16.1 capítulos, y le compilan .258 (62-16), que por mucho difiere al promedio de la serie (.297).
Los 19 ponches que posee le dan una frecuencia de 10.47 por juego de nueve entradas, con 5.51 boletos (10). Cuando logre dar menos pasaportes, las opciones de los contrincantes disminuirán con creces y de forma proporcional las victorias individuales y colectivas.
Con 32 juegos para que concluya el calendario regular de los Gallos, la presencia del diestro sin dudas que resulta un arma desequilibrante y secreta, de la cual los contrincantes hasta hoy carecen de evidencias visuales, lo que es otro detalle para que 25-LDM produzca estragos mayores en la contienda por colarse en los play off.
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