La temporada 60 del beisbol cubano inicia este sábado el segundo de los tres tercios del calendario de 75 partidos de la etapa regular. Casi sin darnos cuenta y en medio de las tensiones diarias que genera la covid-19, se fueron los primeros 25 juegos.
En ese tramo los Gallos jugaron 23 veces, a causa de la lluvia que azotó el estadio Cristóbal Labra, donde solo pudieron llevarse el choque de apertura (2x1) de la sexta subserie ante la selección de la Isla de la Juventud, la peor del torneo hasta hoy (4-17).
Con esos encuentros pendientes, los espirituanos flotaron en el grupo de vanguardia, en el que se ubican sextos (14-9), a 2.5 del líder Camagüey (17-7) y ben cerca de Matanzas (17-8), Santiago (17-8), Cienfuegos (16-8) e Industriales (16-9).
En el accionar de los espirituanos hay que resaltar que no perdieron ningún duelo particular de los diez celebrados, con el mérito adicional de imponerse 2-1 a Cocodrilos, Avispas y los villaclareños (12-11), quienes cierran la zona de clasificación, en la que Granma (15-10) es el otro inquilino. Además dividieron ante Elefantes y Leones.
Colectivamente los discípulos de Eriel Sánchez cumplieron el tercio inicial con desempeños de elogios en el bateo y pitcheo y una defensa que fue de las peores, de acuerdo con los parámetros estadísticos.
De tal suerte, madero en mano los yayaberos son quintos en average con .307 (723vb-222h). Lo mejor de la ofensiva fue que con corredores en las almohadillas promediaron para .340 (379-129), terceros del torneo, aunque la efectividad del 23.2 por ciento a la hora de impulsar corredores desde posiciones anotadoras (CPA 421- CIPA 98), quedó por debajo de la media (25.4).
La gran figura en este renglón resultó el cuarto bate Geysel Cepeda, líder en bateo (.450), dobletes (10), y OBP (.536); tercero en jits (36) y cuarto en OPS (.1149)
El cuerpo de lanzadores de Sancti Spíritus se ubica cuarto en efectividad (4.99) en una serie en la que la media es altísima (5.62) y también es el cuarto que menos le batean (.292), lo cuál es digno de elogios porque los bates andan súper calientes (.303).
Las palmas desde el box se las lleva el relevista Yankiel Mauris (5-0), colíder en victorias, y en promedio de ganados y perdidos (.1000) y dueño de excelente promedio de limpias (2.04).
El otro que ha brillado es el cerrador Yanieski Duardo, autor de cuatro salvamentos y quién no ha permitido limpias en 6.2 entradas, en las que le batean poquísimo (.174).
Al campo los Gallos defienden para un discreto .968, con 28 errores, y a los receptores le han estafado once bases en 16 intentos.
Lo anterior deja claro que el trabajo con el guante necesita mejorar para continuar con el sueño de llegar a la postemporada, para lo cuál se necesita mantener el paso ganador en los 50 juegos que restan.
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