Por Rudens Tembrás
Nosotros estamos empeorando por día y nadie hace nada, expresó el espirituano Rolando Cepeda, jugador auxiliar del equipo Cuba de Voleibol.
Seis derrotas en línea. ¿Qué sientes ahora mismo?
Primera vez que me sucede algo así. Estaba adaptado a ganar, así que esto es muy fuerte. La sensación es terrible: ya no sé el día ni la hora en que vamos a triunfar. Lo he tomado con tranquilidad porque hace falta mente fría para volver al camino de siempre.
¿Qué tal te va de jugador auxiliar?
Bastante bien. No puedo liderear el ataque, pero ayudo en el recibo que ha sido la orientación fundamental de los entrenadores. En este deporte los resultados individuales dependen mucho del equipo.
La selección anda muy desconcertada…
La causa es el bajo nivel de nuestros jugadores y la superioridad de los rivales. Los titulares actuales eran suplentes hace apenas unos meses, así no es posible vencer a equipos de mayor experiencia.
Ahora sí se perciben bien las consecuencias de tantas bajas…
Se desbarató la selección. Apenas quedan tres de los medallistas de plata mundial en el 2010. Eso no le sucede a nadie en el mundo. Los grandes conjuntos mantienen o elevan su calidad, nosotros estamos empeorando por día y nadie hace nada.
¿Te imaginas cómo solucionar esta situación?
Hay que atender mejor a los voleibolistas. Cuando uno se siente olvidado se decepciona. No es posible que entrenes, compitas, obtengas resultados y no te reconozcan como corresponde. Por eso la gente se va. Ganamos el bronce en la pasada Liga y no volvimos a jugar hasta ahora. Por ese camino no nos recuperaremos.
lunes, 24 de junio de 2013
Serie Nacional: castañas al fuego
Por Elsa Ramos
Tras el hervidero de la versión 52 de la Serie Nacional de Béisbol llega la calma, al menos aparente. A la hoguera de la polémica entra ahora la catarsis sobre lo que dejaron estos meses de tensión, alegría y discusión.
Las primeras castañas al fuego las arroja la estructura probeta. En principio, afirmar que cumplió su objetivo de elevar el techo de nuestro béisbol sería poco menos que irresponsable. No lo creo en tanto réplica de males crónicos como el no siempre justificado toca-toca, la carencia de robadores y otras opciones ofensivas.
Cabría definir si la campaña despejó dudas o enfatizó sentencias en torno al pitcheo, sobre todo de relevo. Aunque fue el ejemplo más catastrófico, la debacle del pitcheo espirituano en el partido final ante Matanzas no fue la única muestra de carencias, si no remitirse a la agonía de los propios yumurinos, de los industrialistas, isleños y de los ocho “excluidos”. Agréguele la inconsistencia de los abridores, pues, exceptuando las galácticas salidas de Fredy Asiel Alvarez y Noelvis Entenza, en los finales los demás conjuntos no siempre tuvieron dónde buscar un hombre seguro.
Entremos en los refuerzos. ¿Qué dejaron? Lo más importante fue hacer más visibles y darles más juego a figuras que lo necesitan. Fuera de ello, ¿necesitaba Manduley jugar con Villa Clara para mostrar lo que hace rato todo el mundo sabe en Cuba? Otros nombres enseñaron credenciales como los camagüeyanos Norge Luis Ruiz, Dayron Varona y Leinier Ricardo, en tanto otros como Jonder Martínez tomaron un segundo aire.
Está por ver hacia el interior de cada conjunto cómo influyeron los “visitantes” en los propios. Está por ver cómo asumieron los territorios la atención a las necesidades de esos hombres, que no puede confundirse con la aceptación o no de la afición. Está por ver qué dejaron otros en los elencos que los asumieron en materia de disposición, motivación, entrega. Sería una buena interrogante para Lázaro Vargas con sus lanzadores tuneros, para Armando Jhonson con su pléyade de bateadores, para Giraldo González que pensó ganar la lotería con Alfredo Despaigne y hasta para Víctor Mesa que terminó renegando de la mentalidad perdedora de los suyos.
Refuerzos aparte, ¿qué tantos talentos descubrió esta campaña? No tantos como queremos o necesitamos.
No creo que haya estimulado la rivalidad al nivel de las expectativas que generó. Si recordamos bien de una fase a otra, los tres primeros equipos mantuvieron sus mismos puestos y la lucha solo se centró por el cuarto lugar de un Villa Clara que ratificó la suerte del último boleto y reivindicó la dinastía de los cuatro grandes.
No magnifiquemos las cosas. El delirio con que los villaclareños celebraron su triunfo no fue menos que el de los avileños cuando disfrutaron el suyo, el de los capitalinos o el de los propios espirituanos hace ya 34 años. No es la estructura la que condiciona el tamaño de la alegría. Fuera del morbo atizado por la rivalidad entre Villa Clara y Matanzas, todos recordamos otros play off más peleados que este en el que los Naranjas resolvieron rápido por la vía del 4-1, sin dejar de reconocer al equipo yumurino, que merece el premio a la combatividad para instalarse por segundo año sucesivo en el estrellato beisbolero a la usanza de su mánager, con la alineación más auténtica de los cuatro clasificados.
No fue tampoco la premiación una joya de espectáculo en medio de un Sandino revuelto, aunque considero menos lógica la idea de sellar la serie con una gala a destiempo en un escenario que no tiene mucho que ver con el béisbol.
Vale ¡al fin! el retorno de Cuba a la Serie del Caribe, justo premio al equipo campéon, al igual que el torneo holandés reservado para el titular del Juego de las Estrellas. Parece también que el béisbol comienza a abrirse al mundo con la inclusión de varios peloteros cubanos en activo en la liga profesional mexicana.
El punto más oscuro, a mi juicio, fue la llamada segunda división, una especie de correcorre improvisado para que más de 200 peloteros de la mitad del país no quedaran a la deriva durante meses, aunque el costo fuese un gasto insustentable de recursos para discutir un noveno lugar. Habrá que sopesar el efecto de un torneo en la motivación de los peloteros, el interés de un público que dejó las gradas vacías y el poco seguimiento mediático.
Soplan aires a favor de “copiar” a otras ligas, incluidas las Mayores, un intento que se visualiza en las trasmisiones televisivas de partidos de estas y retazos de jugadas enlatadas de estas últimas. Mas, insisto. Para Cuba su Serie Nacional tienen una connotación de todos los colores, hasta político. Las fronteras geográficas tienen su línea divisoria en el corazón beisbolero de los cubanos.
No estaría de más evaluar la conveniencia de estirar la primera fase con un campeón nacional auténtico y dirimir una segunda con los ocho primeros y sus refuerzos. Nada empaña el brillo naranja del titulo, pero en el fondo del trofeo no pocos miran a contraluz: ¿hubiese sido igual Villa Clara sin refuerzos?
Otra arista. Para un torneo que se precie de ser la mayor oferta deportivo-cultural de la nación resulta poco seria la diversidad de horarios para los juegos, lo cual mantiene a la afición en ascuas para planificar su disfrute. Habrá que evaluar la conveniencia de adelantar el comienzo de la temporada para octubre si fuera posible, no por la coyuntura de los torneos foráneos, sino por la vida misma de un espectáculo que cada año choca con la lluvia por el alargue de los play off, algo que atenta contra la brillantez de la propuesta por las constantes suspensiones y el peligro de lesiones de los jugadores. Se aprovecharían mejor las bondades del invierno para jugar béisbol, algo que no es nuevo en Cuba.
Otro punto tan negro como sus uniformes resulta el arbitraje. Más de una decisión controversial y evidentemente injusta quedará en el tintero de las dudas. ¿Qué rumbos hubiesen tomado los partidos definitorios Villa Clara-Cienfuegos o Villa Clara-Matanzas de no haber sido por los hombres de negro? Si estos son nuestros mejores árbitros, habrá que reconsiderar entre su capacitación o el reemplazo de algunos.
En la “estrategia de adiestramiento” habrá que dejar pupitres para los mánagers en la conducción y vigilancia de la disciplina, a los atletas por los exabruptos, obscenidades y tontas reclamaciones que opacan nuestra pelota y al público para no confundir alegría con grosería.
Tareas para la casa tenemos periodistas, directores, atletas y directivos por lo que dejaron las conferencias de prensa. A los unos para mejorar la preparación y profesionalidad en el enfoque, calidad y sentido de las preguntas; a los otros, para ganar cultura en la calidad de las respuestas y a los terceros, para ahuyentar la improvisación de una propuesta que avivó el espectáculo y levantó tantas polémicas como el juego mismo.
Si hurga en su manual individual encontrará otras brasas con que atizar el fuego hasta cuando vuelva a darse la voz: ¡a jugar! Búsquelas y trate de socializarlas en alta voz.
Tras el hervidero de la versión 52 de la Serie Nacional de Béisbol llega la calma, al menos aparente. A la hoguera de la polémica entra ahora la catarsis sobre lo que dejaron estos meses de tensión, alegría y discusión.
Las primeras castañas al fuego las arroja la estructura probeta. En principio, afirmar que cumplió su objetivo de elevar el techo de nuestro béisbol sería poco menos que irresponsable. No lo creo en tanto réplica de males crónicos como el no siempre justificado toca-toca, la carencia de robadores y otras opciones ofensivas.
Cabría definir si la campaña despejó dudas o enfatizó sentencias en torno al pitcheo, sobre todo de relevo. Aunque fue el ejemplo más catastrófico, la debacle del pitcheo espirituano en el partido final ante Matanzas no fue la única muestra de carencias, si no remitirse a la agonía de los propios yumurinos, de los industrialistas, isleños y de los ocho “excluidos”. Agréguele la inconsistencia de los abridores, pues, exceptuando las galácticas salidas de Fredy Asiel Alvarez y Noelvis Entenza, en los finales los demás conjuntos no siempre tuvieron dónde buscar un hombre seguro.
Entremos en los refuerzos. ¿Qué dejaron? Lo más importante fue hacer más visibles y darles más juego a figuras que lo necesitan. Fuera de ello, ¿necesitaba Manduley jugar con Villa Clara para mostrar lo que hace rato todo el mundo sabe en Cuba? Otros nombres enseñaron credenciales como los camagüeyanos Norge Luis Ruiz, Dayron Varona y Leinier Ricardo, en tanto otros como Jonder Martínez tomaron un segundo aire.
Está por ver hacia el interior de cada conjunto cómo influyeron los “visitantes” en los propios. Está por ver cómo asumieron los territorios la atención a las necesidades de esos hombres, que no puede confundirse con la aceptación o no de la afición. Está por ver qué dejaron otros en los elencos que los asumieron en materia de disposición, motivación, entrega. Sería una buena interrogante para Lázaro Vargas con sus lanzadores tuneros, para Armando Jhonson con su pléyade de bateadores, para Giraldo González que pensó ganar la lotería con Alfredo Despaigne y hasta para Víctor Mesa que terminó renegando de la mentalidad perdedora de los suyos.
Refuerzos aparte, ¿qué tantos talentos descubrió esta campaña? No tantos como queremos o necesitamos.
No creo que haya estimulado la rivalidad al nivel de las expectativas que generó. Si recordamos bien de una fase a otra, los tres primeros equipos mantuvieron sus mismos puestos y la lucha solo se centró por el cuarto lugar de un Villa Clara que ratificó la suerte del último boleto y reivindicó la dinastía de los cuatro grandes.
No magnifiquemos las cosas. El delirio con que los villaclareños celebraron su triunfo no fue menos que el de los avileños cuando disfrutaron el suyo, el de los capitalinos o el de los propios espirituanos hace ya 34 años. No es la estructura la que condiciona el tamaño de la alegría. Fuera del morbo atizado por la rivalidad entre Villa Clara y Matanzas, todos recordamos otros play off más peleados que este en el que los Naranjas resolvieron rápido por la vía del 4-1, sin dejar de reconocer al equipo yumurino, que merece el premio a la combatividad para instalarse por segundo año sucesivo en el estrellato beisbolero a la usanza de su mánager, con la alineación más auténtica de los cuatro clasificados.
No fue tampoco la premiación una joya de espectáculo en medio de un Sandino revuelto, aunque considero menos lógica la idea de sellar la serie con una gala a destiempo en un escenario que no tiene mucho que ver con el béisbol.
Vale ¡al fin! el retorno de Cuba a la Serie del Caribe, justo premio al equipo campéon, al igual que el torneo holandés reservado para el titular del Juego de las Estrellas. Parece también que el béisbol comienza a abrirse al mundo con la inclusión de varios peloteros cubanos en activo en la liga profesional mexicana.
El punto más oscuro, a mi juicio, fue la llamada segunda división, una especie de correcorre improvisado para que más de 200 peloteros de la mitad del país no quedaran a la deriva durante meses, aunque el costo fuese un gasto insustentable de recursos para discutir un noveno lugar. Habrá que sopesar el efecto de un torneo en la motivación de los peloteros, el interés de un público que dejó las gradas vacías y el poco seguimiento mediático.
Soplan aires a favor de “copiar” a otras ligas, incluidas las Mayores, un intento que se visualiza en las trasmisiones televisivas de partidos de estas y retazos de jugadas enlatadas de estas últimas. Mas, insisto. Para Cuba su Serie Nacional tienen una connotación de todos los colores, hasta político. Las fronteras geográficas tienen su línea divisoria en el corazón beisbolero de los cubanos.
No estaría de más evaluar la conveniencia de estirar la primera fase con un campeón nacional auténtico y dirimir una segunda con los ocho primeros y sus refuerzos. Nada empaña el brillo naranja del titulo, pero en el fondo del trofeo no pocos miran a contraluz: ¿hubiese sido igual Villa Clara sin refuerzos?
Otra arista. Para un torneo que se precie de ser la mayor oferta deportivo-cultural de la nación resulta poco seria la diversidad de horarios para los juegos, lo cual mantiene a la afición en ascuas para planificar su disfrute. Habrá que evaluar la conveniencia de adelantar el comienzo de la temporada para octubre si fuera posible, no por la coyuntura de los torneos foráneos, sino por la vida misma de un espectáculo que cada año choca con la lluvia por el alargue de los play off, algo que atenta contra la brillantez de la propuesta por las constantes suspensiones y el peligro de lesiones de los jugadores. Se aprovecharían mejor las bondades del invierno para jugar béisbol, algo que no es nuevo en Cuba.
Otro punto tan negro como sus uniformes resulta el arbitraje. Más de una decisión controversial y evidentemente injusta quedará en el tintero de las dudas. ¿Qué rumbos hubiesen tomado los partidos definitorios Villa Clara-Cienfuegos o Villa Clara-Matanzas de no haber sido por los hombres de negro? Si estos son nuestros mejores árbitros, habrá que reconsiderar entre su capacitación o el reemplazo de algunos.
En la “estrategia de adiestramiento” habrá que dejar pupitres para los mánagers en la conducción y vigilancia de la disciplina, a los atletas por los exabruptos, obscenidades y tontas reclamaciones que opacan nuestra pelota y al público para no confundir alegría con grosería.
Tareas para la casa tenemos periodistas, directores, atletas y directivos por lo que dejaron las conferencias de prensa. A los unos para mejorar la preparación y profesionalidad en el enfoque, calidad y sentido de las preguntas; a los otros, para ganar cultura en la calidad de las respuestas y a los terceros, para ahuyentar la improvisación de una propuesta que avivó el espectáculo y levantó tantas polémicas como el juego mismo.
Si hurga en su manual individual encontrará otras brasas con que atizar el fuego hasta cuando vuelva a darse la voz: ¡a jugar! Búsquelas y trate de socializarlas en alta voz.
lunes, 17 de junio de 2013
Pollitos buscarán medallas en el nacional sub-12
Los rivales del equipo espirituano serán La Habana, Matanzas y los anfitriones, quienes clasificaron por la zona occidental; así como Ciego de Ávila (6-1) y Santiago de Cuba (4-3) que lo hicieron por el oriente.
En la discusión de las medallas los seis colectivos jugarán por el sistema de todos contra todos a una vuelta.
Los yayaberos (5-2) obtuvieron el boleto a la hexagonal en la competencia eliminatoria del este, celebrada en abril en Guantánamo en abril, donde vencieron a locales, santiagueros, camagüeyanos, holguineros y tuneros y fracasaron ante avileños y granmenses.
En esa etapa resultaron figuras destacadas el torpedero de Trinidad Derek Escobar (.333) y Alejandro Escobar (.278), del municipio Sancti Spíritus, quién jugó primera base, los jardines y también lanzó, y que está considerado el jugador más completo del equipo.
Los demás niños que se destacaron en la ronda zonal fueron los pitcher de Franki Suárez y Miguel Martínez, de Cabaiguán y Sancti Spíritus, respectivamente. Ambos tuvieron récord de 2-0, aunque Martínez salvó un partido.
El colectivo técnico lo encabeza Reinier Escobar, que tiene de entrenadores a Yoanis Delgado, Dosel González y Yankiel Toboso.
De cara a la final, los Pollitos toparon con Matanzas en predios espirituanos y en los próximos días esperan hacerlo frente a Ciego de Ávila.
Además del sub-12, en este año Sancti Spíritus clasificó para los play off de sus respectivos campeonatos nacionales a los equipos de las categorías sub-15, sub-18 y Los Gallos en la serie nacional.
Mundial de voleibol tendrá sabor yayabero
El atacador Osmani Uriarte se encuentra en Tijuana, donde la selección cubana de voleibol realiza la última parte de la preparación para el XIII Campeonato del Mundo de la categoría sub-19, que comienza el día 27.
El espirituano y sus compañeros de equipo permanecerán hasta el 25 en esa ciudad mexicana del estado de Baja California, en la que realizaran algunos partidos amistosos y entrenamientos conjuntos, que les permitan asumir el torneo en la mejor condición posible.
Uriarte llegará al certamen universal luego de haber sido el año pasado el atleta más destacado del torneo panamericano de Norte, Centroamérica y el Caribe de la categoría sub-19, celebrado del 30 de junio al 8 julio en México y donde Cuba se agenció el oro. En esa competencia mereció las distinciones de jugador más valioso, máximo anotador y mejor en el servicio.
En el 2011 formó parte del equipo antillano que en Argentina se agenció el bronce en este propio certamen.
Esa destacada carrera le confiere la distinción de puntal en un elenco en el que también sobresalen el capitán y pasador titular Ricardo Calvo, seleccionado el acomodador más destacado en el NORCECA 2012; el central Jorge Félix Caraballo, mejor bloqueador en aquel torneo; el auxiliar Inover Romero, mejor atacador, y el líbero Bárbaro Entenza, el más sobresaliente en el recibo.
La nómina se completa con los centrales Félix Chapman y Luis Sosa, los opuestos Osniel Rendón y Luis Jimeno, los receptores Yoan León y Pedro Mederos, y el pasador David Molina, todos bajo la dirección de los destacados ex jugadores Rodolfo Sánchez, Víctor García e Idalberto Valdés.
En el mundial sub-19 Cuba fue ubicada en el grupo grupo B, junto a Chile, Argentina, Japón y Turquía. Estos equipos y los del apartado
D (Brasil, Estados Unidos, Egipto, Corea del Sur y Argelia) jugarán la primera fase en Mexicali.
En Tijuana se verán las caras México, China, Bélgica, Túnez y Polonia (A); así como Rusia, Irán, Francia, Ruanda y Finlandia (Grupo C).
En cada llave se jugará por el sistema de todos contra todos a una vuelta.
El espirituano y sus compañeros de equipo permanecerán hasta el 25 en esa ciudad mexicana del estado de Baja California, en la que realizaran algunos partidos amistosos y entrenamientos conjuntos, que les permitan asumir el torneo en la mejor condición posible.
Uriarte llegará al certamen universal luego de haber sido el año pasado el atleta más destacado del torneo panamericano de Norte, Centroamérica y el Caribe de la categoría sub-19, celebrado del 30 de junio al 8 julio en México y donde Cuba se agenció el oro. En esa competencia mereció las distinciones de jugador más valioso, máximo anotador y mejor en el servicio.
En el 2011 formó parte del equipo antillano que en Argentina se agenció el bronce en este propio certamen.
Esa destacada carrera le confiere la distinción de puntal en un elenco en el que también sobresalen el capitán y pasador titular Ricardo Calvo, seleccionado el acomodador más destacado en el NORCECA 2012; el central Jorge Félix Caraballo, mejor bloqueador en aquel torneo; el auxiliar Inover Romero, mejor atacador, y el líbero Bárbaro Entenza, el más sobresaliente en el recibo.
La nómina se completa con los centrales Félix Chapman y Luis Sosa, los opuestos Osniel Rendón y Luis Jimeno, los receptores Yoan León y Pedro Mederos, y el pasador David Molina, todos bajo la dirección de los destacados ex jugadores Rodolfo Sánchez, Víctor García e Idalberto Valdés.
En el mundial sub-19 Cuba fue ubicada en el grupo grupo B, junto a Chile, Argentina, Japón y Turquía. Estos equipos y los del apartado
D (Brasil, Estados Unidos, Egipto, Corea del Sur y Argelia) jugarán la primera fase en Mexicali.
En Tijuana se verán las caras México, China, Bélgica, Túnez y Polonia (A); así como Rusia, Irán, Francia, Ruanda y Finlandia (Grupo C).
En cada llave se jugará por el sistema de todos contra todos a una vuelta.
Futbolista espirituano es campeón nacional
El goleador de Sancti Spíritus, Ariel Martínez, se convirtió en campeón nacional, al jugar de refuerzo con Villa Clara en la llamada fase de clausura de la 98ª temporada del fútbol cubano.
El estelar delantero resultó una de las figuras importantes con el denominado Expreso del Centro, con el que tuvo las mejores actuaciones en el partido de ida de la final, frente Pinar del Río, donde marcó par de veces.
En la semifinal también rompió las redes de Camaguey, al anotar una diana en cada juego.
El título obtenido con Villa Clara es un excelente resultado personal para el mejor futbolista espirituano del presente siglo.
A esa alegría, Ariel Martínez sumó otra en diciembre pasado, cuando integró la selección nacional que por vez primera ganó la Copa del Caribe. En ese torneo anotó dos goles frente a Guyana Francesa y uno ante Surinam.
La próxima meta del espirituano será formar el equipo que asista a la Copa de Oro, donde Cuba fue ubicada en el fortísimo grupo C, en el que sobresalen Costa Rica y Estados Unidos y que se completa con Belice.
La Copa de Oro se jugará en varias ciudades estadounidenses entre el 7 y el 28 de julio. A la espera de ese certamen, Ariel Martínez disfruta de la medalla de oro que ganó como refuerzo de Villa Clara.
La otra jornada productiva de Ariel la tuvo contra Ciego de Ávila, ante el cuál registró dos tantos.
El estelar delantero resultó una de las figuras importantes con el denominado Expreso del Centro, con el que tuvo las mejores actuaciones en el partido de ida de la final, frente Pinar del Río, donde marcó par de veces.
En la semifinal también rompió las redes de Camaguey, al anotar una diana en cada juego.
El título obtenido con Villa Clara es un excelente resultado personal para el mejor futbolista espirituano del presente siglo.
A esa alegría, Ariel Martínez sumó otra en diciembre pasado, cuando integró la selección nacional que por vez primera ganó la Copa del Caribe. En ese torneo anotó dos goles frente a Guyana Francesa y uno ante Surinam.
La próxima meta del espirituano será formar el equipo que asista a la Copa de Oro, donde Cuba fue ubicada en el fortísimo grupo C, en el que sobresalen Costa Rica y Estados Unidos y que se completa con Belice.
La Copa de Oro se jugará en varias ciudades estadounidenses entre el 7 y el 28 de julio. A la espera de ese certamen, Ariel Martínez disfruta de la medalla de oro que ganó como refuerzo de Villa Clara.
La otra jornada productiva de Ariel la tuvo contra Ciego de Ávila, ante el cuál registró dos tantos.
Yudoca espirituana en el top-five mundial
La yudoca espirituana Dayaris Mestre disfruta de la mejor ubicación en el ranking mundial que ha tenido en su carrera: el quinto lugar con la respetable cifra de 1004 puntos.
La principal figura en los 48 kilos superó el millar de unidades en la lista de la Federación Internacional de Judo (IJF), luego de agenciarse 280 con el bronce que alcanzó en el fortísimo Torneo World Masters de Rusia.
En esa competencia superó a la francesa Aurore Climence, para luego ceder por Ippon ante la japonesa Riho Okamoto. En la repesca se llevó uno de los terceros lugares al derrotar a dos mongolas, Otgontsetseg Galbadrakh y Urantsetseg Munkhbat, a la primera por la vía rápida y la segunda por acumulación de dos Shidos (penalizaciones).
El resultado la catapultó del décimo puesto (792 puntos) a la privilegiada posición, en la que mira más de cerca a la brasileña Sara Menezes (2030), la japonesa Harina Asami (1470), Charline Van Snick de Bélgica (1340) y Hiromi Endo de Japón (1260).
Detrás de Mestre aparecen la húngara Eva Csernoviczki (956), Paula Pareto de Argentina (942), Ebru Sahin de Turquía (880), la sudcoreana Bo Kyeong Jeong (816) y Munkhbat (810).
La principal figura en los 48 kilos superó el millar de unidades en la lista de la Federación Internacional de Judo (IJF), luego de agenciarse 280 con el bronce que alcanzó en el fortísimo Torneo World Masters de Rusia.
En esa competencia superó a la francesa Aurore Climence, para luego ceder por Ippon ante la japonesa Riho Okamoto. En la repesca se llevó uno de los terceros lugares al derrotar a dos mongolas, Otgontsetseg Galbadrakh y Urantsetseg Munkhbat, a la primera por la vía rápida y la segunda por acumulación de dos Shidos (penalizaciones).
El resultado la catapultó del décimo puesto (792 puntos) a la privilegiada posición, en la que mira más de cerca a la brasileña Sara Menezes (2030), la japonesa Harina Asami (1470), Charline Van Snick de Bélgica (1340) y Hiromi Endo de Japón (1260).
Detrás de Mestre aparecen la húngara Eva Csernoviczki (956), Paula Pareto de Argentina (942), Ebru Sahin de Turquía (880), la sudcoreana Bo Kyeong Jeong (816) y Munkhbat (810).
Karateca espirituano es campeón nacional
El espirituano Manuel Delfín Ruiz conquistó el título en la división de 75 kilogramos, del campeonato nacional de Karaté-do, que tuvo por sede la Arena Henry García de la ciudad de Holguín.
La presea es la única que consiguió Sancti Spíritus en este evento, dominado por habaneros (4- 3- 3), holguineros (1-3-0) y granmenses (1-2-3).
El resultado de Ruiz puede catalogarse de muy positivo, sobre todo porque es un atleta que el año pasado fue subcampeón de Cuba en la categoría juvenil.
Además del yayabero, en el torneo ganaron los metales mas codiciados Maikel Noriega (Villa Clara-60), el monarca panamericano Dennis Novo (La Habana-67, Deinis Pelayo (Santiago de Cuba-84) y Jander Guillermo Tiril (Guantánamo-más de 84 kilos).
Entre las féminas resultaron titulares Doralbis Delgado (La Habana-50), Karla Pita (La Habana-55), Esnaidys Chacón (Granma-61), Sirelis Martínez (La Habana-68) y Yoandra Moreno (Holguín-más de 68).
El cuadro de honor del apartado femenino lo integraron Sirelis Martínez (atleta más técnica), Yanelsis Góngora (Granma) y Baurelis Torres (La Habana), protagonistas del mejor combate, y la santiaguera Yulisnen Kindelán, reconocida como la más sobresaliente árbitro–juez.
En el masculino Novo fue estimulado como el más técnico, y el mejor combate enfrentó a Leo Dan Hernández (Camagüey)–Edgar Martín (Santiago de Cuba).
La presea es la única que consiguió Sancti Spíritus en este evento, dominado por habaneros (4- 3- 3), holguineros (1-3-0) y granmenses (1-2-3).
El resultado de Ruiz puede catalogarse de muy positivo, sobre todo porque es un atleta que el año pasado fue subcampeón de Cuba en la categoría juvenil.
Además del yayabero, en el torneo ganaron los metales mas codiciados Maikel Noriega (Villa Clara-60), el monarca panamericano Dennis Novo (La Habana-67, Deinis Pelayo (Santiago de Cuba-84) y Jander Guillermo Tiril (Guantánamo-más de 84 kilos).
Entre las féminas resultaron titulares Doralbis Delgado (La Habana-50), Karla Pita (La Habana-55), Esnaidys Chacón (Granma-61), Sirelis Martínez (La Habana-68) y Yoandra Moreno (Holguín-más de 68).
El cuadro de honor del apartado femenino lo integraron Sirelis Martínez (atleta más técnica), Yanelsis Góngora (Granma) y Baurelis Torres (La Habana), protagonistas del mejor combate, y la santiaguera Yulisnen Kindelán, reconocida como la más sobresaliente árbitro–juez.
En el masculino Novo fue estimulado como el más técnico, y el mejor combate enfrentó a Leo Dan Hernández (Camagüey)–Edgar Martín (Santiago de Cuba).
jueves, 6 de junio de 2013
¿Gallos al borde del colapso?
Eriel sigue sin batear en los play off |
Arropados por esos números y en su público, el equipo local buscará el viernes empatar el play off. Para ello es imprescindible el trabajo que haga sobre el box el estelar Ismel Jiménez, quién en su patio es prácticamente invencible.
Además, será vital encontrar una alineación que produzca carreras.
Por esa razón y acorde con el rendimiento que tienen, Yunier Mendoza pudiera asumir el tercer turno al bate y Yunior Paumier, el quinto.
Y es que ambos jugadores son los de mejor efectividad en el momento de impulsar con hombres en posición anotadora. De igual modo se destacan dentro del elenco por el total de compañeros remolcados para el home.
Las estadísticas de los Gallos en esta postemporada demuestran que los bateadores zurdos presentan excelentes promedios de embasados frente al pitcheo matancero, lo cuál debe analizarse, como también la inclusión de hombres del banco con mejores promedios ofensivos que varios de los que han jugado de manera habitual.
Una premisa en series tan cortas como esta, es que se gana con HOMBRES y no con NOMBRES.
Es por ello que TODOS cuentan, aún cuando las figuras establecidas asuman el rol pertinente, de acuerdo con la forma deportiva que viva en este minuto.
Es necesario revisar las causas por las cuáles ahora (.230) y en los anteriores tres play off la ofensiva ha sido muy limitada.
La sabiduría y capacidad de mando demostrada por Yovani Aragón para guiar a su tropa durante la fase regular inspira confianza.
Si se pudo ganar un juego cuando estaban las bases limpias, había dos out y desventaja de cinco carreras, es factible entonces seguir soñando con llegar a la final; más si se sabe que en el Huelga los Cocodrilos acumulan en esta serie cinco derrotas seguidas.