Los representantes de la tierra del yayabo visitan la ciudad de los puentes ubicados en el segundo lugar de la tabla de posiciones (49-29), a dos juegos del líder Cienfuegos (51-27) y con ventaja de tres sobre sus rivales de turno (45-31), que son terceros.
En esta campaña, los pupilos de Yovani Aragón han vencido en cinco de los seis partidos celebrados a los muchachos del polémico Victor Mesa.
Dada la situación de ambos equipos, el duelo que se avecina pudiera ser un adelanto de lo que ocurra en la postemporada, en la que parece que serán rivales, al igual que en el campeonato pasado, en el que los Cocodrilos se llevaron la victoria en siete partidos, luego de estar perdiendo 1-3.
Por ello es interesante ver que pueden hacer los ases del pitcheo espirituano Ismel Jiménez (13-2; 1.75) y Norge L. Ruíz (7-4; 2.13) frente al colectivo que más batea en la segunda ronda (.292) y que demuestra una garra extra.
En esta vuelta los yumurinos presentan el segundo peor promedio de carreras limpias (4.90), a pesar de que bajo la licencia de la Comisión Nacional han tenido la oportunidad de utilizar a lo largo del campeonato la asombrosa cifra de 29 lanzadores, lo cuál debe ser récord en la historia de las series nacionales.
En las subseries más recientes, frente a Ciego de Ávila y Cienfuegos, los espirituanos perdieron 1-2. En esos compromisos el alto mando de los Gallos dio descanso a Yulieski Gourriel y Danger Guerrero, que tienen algunas molestias y dejó fuera del line-up a Eriel Sánchez y Lourdes Gourriel Jr. aquejados también por problemas físicos.
La ausencia de esos pilares ha debilitado el bateo espirituano, que en esta ronda exhibe un promedio de .263, penúltimo entre los ocho aspirantes a la corona.
Luego del choque ante Matanzas, los Gallos viajarán hasta Isla de la Juventud y terminarán la fase regular en el estadio José A. Huelga frente a Industriales.
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