lunes, 8 de abril de 2013

Norge: el novato que reforzó los Gallos

Norge L. Ruíz
Recién cumplió 19 años, es novato, llegó de Camagüey y posee nombre de lanzador estrella.

Esas fueron las credenciales más visibles del muchachito, que para sorpresa de muchos, Yovani Aragón había elegido como refuerzo para la segunda etapa de la serie nacional del beisbol cubano.

Norge Luís, que no se apellida Vera como el otrora estelar santiaguero, ha conquistado el corazón de los espirituanos. Me atrevo a decir, que también el de miles de cubanos que siguen el deporte nacional.

Confieso que tengo el privilegio de estar seducido por el pitcher derecho desde el 2006. Transcurría abril y el terreno de la EIDE Lino Salabarría servía de escenario al torneo de la zona central, categoría 11-12 años.

En la competencia el equipo de Camagüey ocupó el penúltimo lugar, sin embargo regresó con la satisfacción de que uno de sus miembros había tirado un juego de cero jit- cero carreras.

Semejante hazaña motivó que lo entrevistara. La expresividad verbal cautivó y también los comentarios de quienes lo acompañaban, que no escatimaban en engrandecer, e incluso profetizar sobre Norge Luís Ruíz Loyola.

Y tenían razón. Lo que para mí fueron exageradas apreciaciones, el tiempo y Norgito se encargaron de validar.

A partir de su último año en la categoría 13-14, en el 2008, y hasta el 2012 cuando jugó en Sancti Spíritus la final del campeonato nacional juvenil, acumuló 22 victorias y siete derrotas, con trece lechadas. En las 241 entradas que lanzó en esa etapa de las categorías inferiores apenas aceptó 43 carreras limpias para excelente promedio de 1.60, con la respetada cifra de 229 ponches.  

En la despedida de los juveniles estampó la rúbrica a lo grande, con un juego perfecto, al retirar de manera sucesiva a los 27 bateadores de Las Tunas que enfrentó.

El sueño más difícil de un lanzador llegaba bien temprano en la carrera del camagüeyano, quién para ese 31 de marzo del 2012 sumaba el quinto partido en el que no toleraba ni jit, ni  anotaciones.

La prolifera trayectoria generó expectativas para la temporada 52. Ser debutante no lo amilanó y a base de un repertorio que incluye rectas de más de 90 millas, slider, cambio de velocidad, tenedor, buen control y el arrojo propio de los grandes, acumuló la respetada cifra de 28 capítulos consecutivos sin permitir carreras limpias

La primera víctima de esa cadena fue Industriales (6.0) el 13 de enero. Luego siguió  Guantánamo (9.0), Holguín (8.0) y en 5.0 actos los Gallos (5.0), que al final salieron ganadores 2x1 e impresionados.

Un día antes de cumplirse los dos meses de aquella noche del 29 de enero, Norge Luís tuvo un fatídico debut con su nuevo equipo: tres carreras limpias y tres imparables en apenas un tercio frente a Pinar del Río.

No obstante, la confianza que se había ganado, la validó 72 horas después en el Sandino de Santa Clara, donde en 7.0 entradas pintó de blanco a los bateadores naranjas, que solo le pegaron cuatro imparables.

Esa misma cantidad de jits le conectó Ciego de Ávila el 5 de abril, cuando las cámaras de la Televisión revelaron por segunda vez consecutiva el talento que posee.

Es muy posible que los actuales campeones nacionales fueran los que aportaron el plus de confianza que necesitaba para ser un pitcher consistente. La especulación la sustento en la faena que tuvo el 6 de enero, cuando perdió ante los Tigres avileños (3x2), aunque con una faena de dos limpias en 6.2 ining.

Y si hablo de confianza es porque los números en este 2013 impresionan: siete carreras limpias en 51.0 entradas para efectividad de 1.23

A la serie nacional le que queda mucho camino. En las jornadas venideras, como es lógico, varios serán los jugadores que ganaran elogios.

No puedo predecir si en esa lista aparezca Norge Luís Ruíz Loyola. Lo que si nadie pondrá en duda, es que el refuerzo novato de los Gallos, además de nombre ilustre, es dueño de los argumentos necesarios para dar luz al beisbol cubano.

1 comentario:

  1. me parece bien que el camagueyano juegue con los gallos,gracias a randy,y recemos por los gallos,los espirituanos esperamos hace rato una victoria.

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