Victor y Gourriel fueron campeones olímpicos en Barcelona |
“No tengo palabras para agradecerle al pueblo de Cuba, al de Sancti Spíritus, a las autoridades del partido y el gobierno; y es verdad Randy que el pueble me quiere. Ese aliento me sirvió de estímulo para sentirme mejor, sobre todo en los primeros días de mi enfermedad, que estaba muy preocupado” señaló el hombre que es considerado por muchos como el bateador más oportuno del béisbol cubano.
Gourriel ingresó a fines de enero en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos de Sancti Spíritus. Luego fue remitido al Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas de la capital, donde fue sometido a exámenes de alta complejidad científica, para determinar las causas de la miocardiopatía dilatada que sufre.
“El próximo turno médico será dentro de dos meses. Ahora estoy en un proceso de rehabilitación con ejercicios físicos. Estoy siendo muy disciplinado y cumpliré las indicaciones al pie de la letra. Me siento entero y quiero seguir así” manifiesta sonriente, mientras su amigo y ex compañero del equipo Cuba, Victor Mesa, lo mira con atención.
Gourriel recibe a diario muestras de cariño |
“Victor es mi hermano, siempre estuvo al tanto de mi enfermedad; desde el primer día, él y su esposa Eneida se preocuparon y míralo aquí; todos los días pasa a verme después de cada juego, aunque estoy molesto con él: nos ganó cinco de seis partidos en esta serie” manifiesta en broma, al referirse al duelo particular entre Gallos y Cocodrilos.
Como pelotero Lurdes Gurriel participó en 25 eventos internacionales. En su trayectoria en el béisbol cubano también fue director, función en la que acumuló 483 triunfos y 338 descalabros.
Al igual que en esas facetas, ahora salió airoso con el apoyo del pueblo y de la medicina cubana.
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