No se me ocurre otra imagen para ilustrarles lo ocurrido en la zonal central, que tuvo por sede a la sala Guernica de Cienfuegos, donde los de Sancti Spíritus terminaron en la última posición con apenas 95 puntos y saldo de cinco peleas ganadas, de las cuarenta que realizaron.
Los desempeños menos malos, si es que se puede decir, se produjeron ante Cienfuegos y Ciego de Ávila, frente a los cuáles bajaron del cuadrilátero con par de sonrisas, respectivamente; mientras que el duelo con Villa Clara dejó un éxito y el de Camaguey terminó 0-10, que bien puede ser un fuera de combate.
El golpeo de los espirituanos ha sido tan deficiente, que a nivel de país solo aventajan a la representación de Isla de la Juventud (72), que en el occidente ha escalado el ring en cada cartel, sin representantes en la mitad de las divisiones.
Antes del comienzo del certamen se sabía que los resultados no serían halagüeños, dada la juventud del equipo y la ausencia de los miembros de la preselección nacional Yosvani Veitía (49 Kg.), Maikel Pérez (75) y Yasmani Pérez (+91) y la del subcampeón nacional de los 64 kilos, Richard Poll, quién cumple sanción disciplinaria de un año.
Sin embargo, no pensamos que el rendimiento tuviera la magnitud alcanzada, que me atrevo a calificar de desastroso.
Lo cierto es que la votación de los jueces indica que los espirituanos van en pos de retener el último puesto del grupo, aunque ahora se vislumbra que no rebasaran los 131 puntos del año anterior, en el que se saboreó el éxito en 15 combates y se perdieron 28.
Esperemos que a partir del 22 de octubre mejore la pegada de los nuestros, quienes tendrán a su favor el respaldo del público, durante la segunda y última fase de la etapa clasificatoria del torneo, que efectuará la final en Pinar del Río en noviembre, con los dos mejores de cada región.
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