domingo, 1 de noviembre de 2020

Radiografía de la agonía ofensiva de los Gallos

Gallos en dificultades ofensivas (I. Francisco)
El día 30 de octubre los bates de los Gallos se perdieron en el viaje de Granma a Camagüey. Una semana después los implementos siguen desaparecidos y sin señales de encontrarse. Y es que en ese periodo el equipo espirituano literalmente no se sabe con qué ha bateado, o al menos, que ha usado para intentar esa acción.

Solo así se entiende el descenso que han tenido los yayaberos en los últimos ocho partidos, en los cuáles el average pasó de  .309 (3ros) a .288 (13ros), a pesar de que en esa racha enfrentaron a los dos peores cuerpos de lanzadores, que pertenecen a las selecciones de Artemisa (11-25) y la Isla (8-23), los equipos más perdedores de la serie.

El slump de los pupilos de Eriel Sánchez se ha agudizado con corredores en circulación, al caer desde los .347 (1ros) a .322 (5tos), que si bien es muy bueno cuando se mira el campeonato, significa la pérdida de  25 unidades en ocho juegos.

La desaparición de los maderos comenzó en la subserie contra Pinar del Río en el estadio neutral del Cándido González. Allí sucumbieron en la primera subserie del torneo (0x8 y 3x6), en buena medida por el ataque de .175 (57-10), que además recibió trece escones seguidos a manos de dos desconocidos lanzadores que no tenían aperturas en la temporada.

La crisis ofensiva prosiguió en los primeros desafíos contra los Cazadores (1x10 y 2x3), en los que se fueron de 59-12 (.203). En el choque del adiós en predios artemiseños pareció que los bates se habían encontrado (11x2) al pegar catorce imparables en 38 turnos (.368).

El espejismo del triunfo que rompió la racha de cuatro reveses en línea se desvaneció en los juegos más recientes contra los Piratas en el neutral Latinoamericano, donde la ofensiva fue de apenas .146 (76-11).

En el periplo Camagüey-Artemisa-La Habana, el representante de Sancti Spíritus totaliza 23 carreras anotadas, que si se le restan las del choque del adiós en el estadio 26 de Julio, serían 12  en siete encuentros.

Con semejante despliegue es más que satisfactorio haber registrado 3-5, aunque para ser honestos, la desastrosa  defensa de la Isla en el primer partido en la capital resultó determinante para la victoria.

O sea, que la divina suerte y salidas de excelencia de Luis D. Morales –contra Artemisa- y de Yoen Socarrás –frente la Isla- se han conjugado para seguir flotando en la zona deseada, ahora con 21-15, a medio juego de Granma (22-15) y Santiago de Cuba (22-15), que comparten los lugares cuatro y cinco. Incluso diferencia con respecto al tercero, -Cienfuegos- es de una rayita.

El vaivén en la tabla de posiciones confiere ventaja de 3.5 sobre Villa Clara (17-18), que es el noveno y más cercano en la cola de aspirantes a llegar al grupo de los que acceden a la postemporada.

Con ese panorama los Gallos jugarán tres veces más en el Coloso del Cerro, donde urge salir del letargo ofensivo, so pena de ser sacudidos por las garras de los Leones de Industriales (21-16) entre martes y miércoles.

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